cap. 24

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06 de marzo
Buenos Aires, Argentina
10:30 a.m

Narra Lila

Recién abría los ojos, miro para mi costado y Guido no estaba, me desperezo para después agarrar el celular y ver la hora; era muy temprano como para que Guido esté haciendo algo así que se me hizo raro que no esté acostado, me levanté y estaba en la cocina preparando el desayuno, como no me vio porque estaba de espaldas me acerqué hasta a él y lo abrace por la espalda

-Buen dia- digo y apoyo mi cara en su espalda cerrando los ojos

-Buen dia Li- dice y se da vuelta para abrazarme

-¿Estas bien?- pregunto al ver que estaba bastante serio y tenia la cara hinchada

-No- dice separandose del abrazo y apoyandose en la mesada

-Decime Gui- digo agrrandole las dos manos y acariciandolas

-No se como sentirme con lo de mi supuesto hijo; por un lado seria un alivio que no sea mio y por otro me pondria mal porque me ilusione con la idea de tener un hijo, pero no seria nuestro Li, seria de Miranda, no me agrada la idea que mi primer hijo sea de ella

-No digas eso Gui, no es lindo lo que decis

-Pero es lo que siento Lila, no me entra en la cabeza tener un hijo que no sea tuyo, siempre que me visualice con hijos siempre eran tuyos, nuestros

-Te entiendo, pero asi ese hijo sea de Miranda, mio o de quien sea lo tenes que amar, y más sabiendo que la madre no lo quiere en su vida

-No se Lila, no se si lo quiero también

-Bueno Gui, yo en eso ya no me voy a meter, eso es decisión de ustedes dos, pero ya sabes que sea cual sea la decisión te voy a apoyar

-Igualmente no quiero tener nada concreto hasta que sepa que es mio, ademas ayer pensaba algo y hoy pienso otra cosa totalmente distinta

-Me parece perfecto que pienses asi, espera a ver que dicen los resultados y ahí veras que hacen- el no dice nada; solo sonríe tristemente y asiente, se da vuelta y sigue con lo que estaba haciendo

-¿Desayunamos?- dice dándose vuelta nuevamente con una taza en cada mano, yo solo asiento- Lleva las tostadas

-Dale- digo sonriendo, agarro el plato, la mermelada y el queso y voy hasta la mesa con el- Te amo Gui, no me gusta verte así- digo inclinándome hacia a él para poner mi mano en su mejilla

-Perdoname Li, no quiero que esto afecte entre nosotros pero no puedo evitar sentirme mal, supongo que lo debes entender

-Si Gui lo entiendo, pero yo tampoco puedo evitar tratar de hacer o decirte algo para que no estes asi- el no responde nada y como que se queda pensando

-¿Te gustaría que nos vayamos lo que queda de hoy y mañana a una cabaña por ahí? Asi nos desconectamos de la gente, no llevamos celular ni nada

-Dale sí, pero ¿Vos decis de no llevar el celular?

-Asi nadie nos molesta y yo también me puedo distraer de todo este temita

-Bueno dale- digo sonriendo- Pero hay que reservar ya mismo

-No preocupes por eso, anda a guardar la ropa que yo me encargo- dice sonriendo

-Bueno dale ¿Queres que guarde tu ropa también?

-Si porfa- dice haciendo un puchero a lo que yo me acerco y le doy un beso- Gracias- me voy hasta la habitación, como era un dia y medio guarde dos mudas de ropa nada más; una por si hace frío y otra por si hace calor, más lo que llevábamos puesto. Cuando termine de guardar la ropa me cambié yo; un short pollera negro con una remera blanca y zapatillas negras, cuando estoy saliendo de la habitación justo estaba entrando Guido

-¿Y, pudiste?

-Si, ya esta la cabaña reservada, pero tenemos que salir como mucho en diez minutos así llegamos temprano

-Yo ya estoy lista, si queres voy bajando y te espero en el auto

-Dale- dice sonriendo, le doy un beso y bajo, lo espere un rato en el auto, cuando baja trae con él la guitarra, la pone el la parte de atrás y arrancamos para el destino. Tipo 12:30 llegamos, entramos a la cabaña dejamos las cosas y fuimos a un super a comprar comida

-¿Compramos todo hoy para no salir más, no?

-Si dale- dice sonriendo y pasando su mano por mi cintura mientras que com la otra empujaba el carrito

-Bueno hagamos una lista, para hoy necesitamos merienda y cena, y para mañana necesitamos desayuno y almuerzo, la merienda la hacemos en el camino de vuelta

-Me parece perfecto, ¿Te va que hoy hagamos una buena picada para cenar?

-Dale, agarremos fiambres, quesos, papitas, maní

-Aceitunas, pan- agrega a nuestra lista invisible- Cerveza; los más importante

-Bueno con eso vamos a estar bien para la cena- digo una vez que ya tenemos todo lo anteriormente dicho en el carrito- Para merendar y desayunar compremos unas medialunas por ahí ¿No?

-Si- dice y se rie

-¿Que pasó?, ¿Por que te reis?- digo también riendo

-Es gracioso que siempre comemos medialunas y café

-Y bueno, es nuestra comida de cabecera- digo riendo y él también ríe- Me pone contenta que te rías Gui- digo abrazándolo a lo que él también lo hace y deja un beso en mi cabeza- Bueno para mañana ¿Que llevamos?

-Mmm no sé ¿Tarta?

-Dale- digo riendo y yendo a agarrar todo para hacer una tarta de jamón y queso, agarramos una boludeces que nos tentaron; como chocolates y nos volvimos a la cabaña, nos acostamos un rato y nos quedamos dormidos, cuando nos despertamos ya era re tarde; las 19:30 así que directamente armamos la picada para ir comiendo, una vez hecha salimos al balcón donde había unos sillones. Era un paisaje hermoso; en la mesita la picada con las birras, el cielo totalmente iluminado por las estrellas y la luna, y en frente mío el hombre más hermoso con su guitarra, tocando y tarareando canciones

-Li- me grita ya que estaba disociando un poco de todo

-Perdón- digo riendo- Me quedé pensando

-Vení- dice palmeando el lugar a su lado- Estas muy lejos- yo solo me levanto y voy hasta su lado y me siento, empezamos a comer y tomar mientras él tocaba algunas canciones con la guitarra. Se hicieron las 12:00 y hacía frío así que nos fuimos para adentro, nos quedamos cantando en el sillón un buen rato mientras seguíamos tomando. En una de esas Guido empezó con los acordes de "colombiana", al estar bastante entonada me paré del sillón y le empecé a bailar mientras el cantaba, poco a poco me fui sacando la ropa hasta quedar en ropa interior, él dejó la guitarra a un costado y me puso encima suyo, mientras frotaba nuestras entrepiernas fui sacando su remera, Guido me agarra una teta mientras que a la otra la chupa con mucho entusiasmo, estuvimos asi un rato hasta que se levantó conmigo encima suyo y me llevó hasta la habitación, me acostó en la cama y se puso encima mio, ya para este punto estábamos los dos desnudos, Guido se puso un preservativo y empezó a penetrarme, mis gemidos no cesaban y el placer era demasiado alto, él sí sabía como hacerme disfrutar. Minutos después estábamos llegando al orgasmo largando un gemido en el nombre del otro

-Te amo- digo tapandome con la sábana hasta el pecho y abrazándolo apoyando mi cabeza en su pecho

-Yo te amo mas Li, sos la mejor- dice y deposita un beso en mi cabeza, después de eso no recuerdo mas porque cai completamente en el sueño

Campos eliseos [GUIDO ARMIDO SARDELLI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora