"El chico rubio"

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-vamos -extendió una mano para que la tomase- no muerdo -jugó.

Lo pensé dos veces.

Por un instante la seguí, y terminé en un lugar paralelo al nuestro.

Sin embargo, algo en mi interior quería con todas sus fuerzas estar con ella ahora mismo.

Extendí mi mano por igual, terminando por entrelazarla con la suya; era calida y suave, sentia un revoloteo en la boca del estomago que subia y bajaba con intensidad.

La chica me llevo al costado de la bonita casa, dónde pudimos entrar gracias al marco de una ventana, dejándome ver lo que parecía su habitacion.

Tenía grandes pósters de Michael Myers, todo decorado a colores claros, y pude ver en uno de los muebles, un monton de comics, todos o al menos la mayoría, de dc.

Dejé de poner atención a mi entorno, cuando el frío invadió mi palma izquierda, pues ella habia soltado mi mano.

-toma asiento. -dijo y salió de su habitacion.

Obedecí dejando que el suave colchón dejara mis piernas descansar.

Minutos después, había vuelto con un botiquín en manos.

Sabía la razón, sin embargo, no me lo esperaba.

Se sentó a mi lado con las piernas cruzadas- ¿Te duele mucho? -preguntó señalando mi costado derecho.

Fruncí el ceño bajando la mirada a lo mencionado, dónde me encontré con una mancha creciente de un líquido rojo.

Abrí los ojos muy grande sin estar enterada de esa mancha, lo que ocasiono que la chica riera con empatia.

-tranquila -acercó los dedos cuidadosamente al borde de mi blusa, pero dudo al último segundo- ¿Puedo?.

Sus profundas pupilas me miraron directamente.

Trague en seco mientras le confirmaba con la cabeza, ni siquiera yo estaba segura de que estaba haciendo, o mejor dicho, ni siquiera sabia como se respiraba en esta situación.

Fue elevando la blusa de a poco hasta terminar retirándola; mi torso y abdomen habían quedado descubiertos, cosa que la obligó a bajar la mirada a mi piel desnuda.

-bien, ¿Puedes recostarte? -pregunto poniéndome aún más nerviosa.

Hice lo anterior sin dejar de mirar sus movimientos.

-asi que, dime qué viste.

-¿Que ví?.

-cuando caiste de la bicicleta, ¿Que viste?.

-oh.... -Mi mente se desvío de nuevo a aquel momento- fue....tan real -eche la cabeza hacía atras dejando que mi cuerpo se relajara- pase de....un lugar a otro... tecnicamente, era como....Hawkins, pero..frío y obscuro.

-¿El azotamentes estaba allí?.

-no -cerré los párpados- pero....había algo, algo que no me tenía tranquila.

-¿Sabes cómo describirlo? -sus dedos rozaron mi abdomen levemente, causando que mi piel se erizara una vez más.

No tenía palabras para describir nada de lo que había sucedido, mucho menos con la pelirroja tocandome de esa manera.

-de acuerdo -opinó al no escuchar respuesta alguna- ¿Te parece si lo hablamos después?.

-si.....

Esa sería una mejor opción.

La pelirroja curó mis heridas con demasiado cuidado para no lastimarme, acto seguido, dejo que usará una pijama de su armario para dormir cómoda, y finalmente, llamé a casa para informar que dormiría en otra parte, cosa que para mi sorpresa, no les molestó en lo más minimo.

Confusing heartbeatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora