Enemigos con beneficios.

Capitulo Cuatro

Christopher.

La fiesta estaba en medio apogeo, era muy notorio el olor a alcohol. Era difícil caminar entre la multitud de personas que habían en el lugar, habían luces de colores morados y neones. Todos se movían al ritmo de la música aunque había unas que otras parejas besándose y pasandose la mano.

Estaba en el sillón del salón principal junto con Damián, era su amigo desde cuarto de primaria avanzamos juntos todos estos años. Seguimos siendo buenos amigos todo este tiempo, asistiendo a todas las fiestas que nos invitaban claro siempre salíamos de esa fiesta con alguna chica que pronto terminaríamos porque no nos gustaba el compromiso. No, no me gustaba el compromiso hasta que llegó el.

Conocía a Alessandro desde la primaria aunque nunca fuimos al mismo grupo siempre lo veía de lejos, pensaba que sería bueno ser su amigo pero el era muy centrado en sus calificaciones. Pasamos juntos en secundaria pero en ese entonces yo me volví muy tímido como para acercarme a el, en tercero de secundaria al entender que no lo volvería a ver porque iría a otra preparatoria entendí que el me gustaba. Entendí que cuando una persona te gustaba siempre la estabas viendo o pensando en ella, cuando tenías la oportunidad te acercabas a ella y lo mas importante era que cuando estaban lejos la extrañabas a pesar de todo, por eso entendí que el me gustaba.

Los tres años de preparatoria me pregunté: "¿dónde está? ¿qué está haciendo? ¿porque lo extraño tanto".
Entendí que el era mi primer amor, porque el primer amor no se olvida.

Cuando entre a la universidad y supe que el estaba ahí inconscientemente pensé en que salón de encontraba para ver si lograba verlo. Sabía que me había acostado con muchas personas no podría decir que sería por olvidarlo pero el día que lo vi en la fiesta no lo pude evitar, me acerque a el sin evitarlo.

Esa noche fue lo mejor, al despertar y al no verlo a mi lado pensé en todo lo que ocurrió anoche, no lo podía olvidar después de verlo en esa posicion así que el lunes no tarde en buscarlo para proponerle esa idea.

Era la primaria vez que llevaba a alguien en mi motocicleta, no dejaba que cualquier persona se subiera a ella, incluso cuando lo lleve a mi departamento y deje que durmiera sobre mi pecho. Estaba seguro que en ese momento mi corazón latía fuerte pero el probablemente no lo habría notado porque se quedó dormido.

Se miraba tan tierno e inocente cuando dormía con tranquilidad. Estaba tan sumido en mis pensamientos que no notaba que Damián me estaba hablando.

—Chris te estoy hablando.

—Ah si, perdón. ¿Qué pasó?

—Mira a la chica de allá— me dijo apuntando a una dirección— está linda, ¿por qué no lo intentas con ella?

—No gracias.

—¿Qué? Christopher negando acostarse con una chica, no lo puedo creer.

—No es eso... Solo que no quiero.

—Es lo mismo. Yo sí quiero ahora vuelvo.

Con eso Damián se levantó llendo directamente hacia la chica empezando a bailar con ella.

Yo me quedé sentado viendo a los demás bailando con su pareja.

Eso hizo que pensara, ¿que pasaría si fuera pareja de Alessandro? no tendría que ocultar mis sentimientos por el, podría besarlo sin tener que estar en medio del sexo, podría estar con el frente a todos y simplemente podría estar con el sin ocultarlo a las demás personas.

Volví a sentir esa presión en el pecho, la gente podía verme como un mujeriego, un Casanova pero yo también tenía sentimientos, sentimientos por el y me dolió no poder decirlo por miedo a que me rechazara y terminaríamos todo lo que teníamos o la relación con beneficios que teníamos.

No estaba seguro de que sentía el por mi y me tenía averiguarlo, podría terminar mal. Sabía que podía sonar exagerado pero nadie podia controlar sus pensamientos o incluso sus sentimiento. Nadie elegía de quién se enamoraba, si alguien mayor o menor, hombre o mujer, por su aspecto o sentimientos. Nadie lo elegía simplemente los sentimientos surgían.

No podía aguantar la presión en el pecho así que me dirigí al primer baño que vi en la habitación, entre poniendo mi mano en mi pecho, con la respiración agitada. Saque las pastillas que tenía en mi bolsillo trasero y me tomé una, me senté en el suelo intentando calmarme, espere unos minutos hasta que sentía calmarme, odiaba tener ataques de pánico, me lave la cara para dejar de sentir el calor que inundaba mi cara por el sudor que había provocado el ataque de pánico.

Tomé un respiro y volví a salir a la fiesta como si nada hubiera pasado, vi a Damián subiendo con la chica al segundo piso. Probablemente mañana me contaría lo que paso con ella pero de mientras tome las llaves de mi moto decidido a irme de ese lugar.

Quería llegar a mi departamento y descansar, dejar de sobre pensar, simplemente poder estar tranquilo.

...