Sonic comienza a tener dudas sobre su relación y descubre que su novio lo engaña.
Shadow es un gran empresario muy respetado en la empresa de su familia donde trabaja junto con sus hermanos.
Un día sus caminos se cruzan y las cosas empiezan a mejor...
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Habían algunas fotos de ambos colgadas y las mesas ya estaban seleccionadas para cada uno de los invitados.
Tails, Amy, Rouge, Blaze, Espio, Alba, Manic y Sonia tenían una mesa cerca de donde estarían Sonic y Shadow.
Edwards, Elizabeth, Scourge, Knuckles, Infinite y Mephiles también tenía una mesa cerca de ambos erizos.
El padre de Shadow observaba como los invitados iban llegando, estaba nervioso y no sabía el porque. Acomodó su corbata como seis veces.
-¿Nervioso? -. Preguntaron tres mujeres al unisono.
Edwards giró su cabeza y abrió sus ojos de par en par al ver a las tres mujeres conocidas.
Edwards:¡¿Pero qué?!
Una eriza de púas verdes menta y ojos celestes, una echidna de púas rosadas y ojos morados, y una chacal de pelaje canoso y ojos amarillos estaban frente a él.
Kim:no entiendo porque eso te sorprende -. Comentó la chacal.
Helena:es cierto, fuimos madres de Shadow hace mucho -. Mencionó la echidna.
Edwards:lo se pero...
Kim:olvídalo Edwards, solo disfruta la boda de tu hijo.
Las tres mujeres se alejaron y se acercaron a sus hijos. Edwards pasó una mano por su frente y secó la gota de transpiración que caía por su frente.
Alba:jaja, se le junto el ganado ¿Eh? -. Habló burlona.
Edwards:eso no es cierto -. Respondió nervioso- ¿Quién es usted?
Alba:soy la abuela de Sonic, usted es el padre de Shadow ¿Verdad?
Edwards:así es, Edwards.
Alba:yo soy Verónica, pero dime Alba.
Edwards:de acuerdo.
Alba:como sea, ya me voy a mi asiento, no quiero interrumpir con su ganado.
Edwards:¡Que no es mi ganado, tengo esposa!
Alba:y yo todavía estoy jóven -. Dijo con sarcasmo-, vaya a bañarse y deje de ser mentiroso
La mujer se fue y Edwards la vio irse.
Edwards:...Dios mio...creo que me agrada.
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Estando en el altar, su corazón palpitaba como nunca. Sus manos sudaban un poco y estaba nervioso. Las puertas se abrieron y su sonrisa se hizo amplia al ver al cobalto entrar por la puerta. Vestía un pantalón negro, y una camisa blanca. Y en sus manos, una rosa muy hermosa.
