Thriller Trainꫀe

Capítulo 10: Un examen bueno y adecuado

El Doctor Chu no tenía intención de bajar la voz cuando dijo esto. Lo oyeron bastantes aprendices que estaban a punto de salir del quirófano.

La cabeza de He Jianlan se echó hacia atrás y sus ojos giraron entre el joven de pelo blanco y el Doctor de bata blanca.

No sólo él. Incluso Mesías miró hacia allí ligeramente consternado, con la preocupación brillando en sus ojos azules.

Nadie sabía a qué se refería este peligroso Doctor cuando dijo 'examen', o por qué había elegido de repente a Zong Jiu para ir primero.

Pero, sin duda, Zong Jiu no podía negarse.

En este asilo, los pacientes no tenían derecho a desobedecer ninguna orden del personal médico. Aquel desgraciado que yacía en la mesa de operaciones era el mejor ejemplo.

En una instancia de terror, los aspirantes estaban en el último peldaño de la cadena alimenticia. No sólo tenían que evitar a esos 'buenos amigos' sin nombre, sino que tampoco podían hacer nada que perjudicara a los NPCs. Esto no aumentaría su evaluación; al contrario, les haría perder puntos.

No es que no hubiera equipos que lo hubieran intentado antes. Llegaron a depender de sus accesorios y constituciones especiales para acabar con un NPC clave en las instancias, lo que provocaba el posterior colapso de la trama principal de la historia. Finalmente, todas las personas de esas instancias terminaron recibiendo una 'F' en la evaluación del sistema, lo que supuso la eliminación total de los equipos.

Esto creó un nivel de autoridad sin precedentes para los NPCs, especialmente en este espectáculo unipersonal en un asilo.

Ya que habían entrado en la instancia, tenían que seguir las reglas de la instancia. Aquellos que no siguieran las reglas normalmente no tendrían un buen final.

"Pónganse en fila. Suban de uno en uno".

El Doctor agitó la mano. Las severas enfermeras empujaron a todos los que llevaban batas de hospital a formar una fila desde el quirófano hasta el pasillo como si fueran pollitos.

En un instante, sólo quedaban dos personas en el gran quirófano.

La serpiente negra que colgaba boca abajo de la lámpara siseó y escupió su lengua bífida, con sus fríos ojos de obsidiana mirando sin pestañear a aquel joven de pelo blanco.

Zong Jiu permaneció obedientemente en el lugar, con los ojos sin vida mirando a una esquina.

No había olvidado las características del adolescente autista de su tarjeta de identidad. Así que ahora interpretaba ese papel a la perfección, esforzándose por no dejar ver ninguna costura a este NPC al que nadie quería provocar.

En su campo de visión, sus pies estaban justo en el borde de una sombra negra alargada, como si estuviera al borde de una boca del destino que sonreía locamente.

Los zapatos de cuero se acercaron.

Se acercaban peligrosamente.

La sombra oscura le envolvió por completo.

Inmediatamente después, el hombre se quitó lenta y metódicamente el guante izquierdo, su fría mano ahuecó la barbilla de Zong Jiu y levantó por la fuerza la cabeza del joven.

El Doctor de la bata blanca estaba de pie bajo la única fuente de luz del quirófano, con una sonrisa evasiva en el rostro.

Sólo desde una proximidad tan cercana podía percibirse el impactante carisma que impregnaba su cuerpo. Su personalidad era feroz y afilada, cargada de disonancia.