➪𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 03 🂱

750 73 55
                                    

Créditos imagen: @raphstonfa|Twitter

Husk tenía en su mente lo que su corazón sentía, pero se negaba a aceptar que tal sentimiento surgiera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Husk tenía en su mente lo que su corazón sentía, pero se negaba a aceptar que tal sentimiento surgiera. Las mañanas seguían siendo solitarias, buscaba el calor con sus grandes alas arropandose a sí mismo. La gran parte de sus días las pasaba de mal humor, no encontraba sentido alguno o alguna causa para una sonrisa o risa, acostumbradose a estar en eterna tristeza y aburrimiento.

¡Todo iba a mejorar! Después de la paciencia, venía la mejor recompensa de todas. En su caso, el amor.

La noche pasaba rápidamente, finalmente Husk pudo dormir al pequeño Roulette, le había costado trabajo pero por fin lo había conseguido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La noche pasaba rápidamente, finalmente Husk pudo dormir al pequeño Roulette, le había costado trabajo pero por fin lo había conseguido. Su espalda dolía al igual que sus ojos al estar desierto tan tarde, apagando las luces a su paso por las escaleras hacia su habitación. Rou venía acurrucado entre su hombro y su cabeza, causándole incomodidad al gato más grande.

Husker caminaba con pesadez entre los grandes pasillos del hotel, se estaba distrayendo con cualquier cosa que veía para matar su aburrimiento. Cosa que funcionó. Cuando por fin llegó a la puerta que tenía asignada, tomando la perilla con cuidado de no hacer tanto ruido, la giró lentamente abriendo y dándose un ligero susto al notar la presencia de una sombra dentro de su cuarto. Suspiró aliviado, no sabía de qué se había aliviado, era igual de malo toparse con ese individuo de sonrisa demoníaca que con algún loco. Muchas veces olvidaba que estaba en el mismísimo infierno con ese tonto hotel feliz.

Entró y cerró la puerta detrás de él, asegurándose de que nadie entrara poniendo seguro. Alastor y la sombra se fusionaron dándole la gran presencia inquieta que tanto adoraba hacer. Husk la ignoró al ver qué no hablaba, dejó al bebé en la cama, poniendo almohadas alrededor para que no rodara.

—¡Vaya! Te lo tomas mucho mejor de lo que esperaba.—exclamó Alastor cortando el silencio extraño que prevalecia.

—¿A qué te refieres?—Daría todo por sólo ignorarlo, pero al ser el dueño de su alma de quién se trataba no podría darle igual sus palabras.—Sigo pensando que es un dolor en el ano.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝙋𝙖𝙙𝙧𝙚𝙨/ 𝘏𝘶𝘴𝘬𝘦𝘳𝘥𝘶𝘴𝘵🂱 [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora