Capítulo II Esperanza

23 0 0
                                    

Se escuchaba las gotas de lluvia caer tan precipitada sobre el techo, parecía como si estuviera granizando, sonaba horrible y los truenos que sonaban desde el cielo no ayudaban, hacían temblar los vidrios de los ventanales.
Cualquier niño se asustaria con esto y lo primero que haría es ir corriendo a la habitación de sus padres para que lo protejan, para que lo consolen diciéndole que no tenga miedo, que todo iba a estar bien, solo es por un rato.
Como quisiera tener a mis padres en este momento, que me digan que no tema, que todo iba a estar bien, que sólo es por un rato, que todas sus palabras se hagan realidad, que despierte de todo esto y sólo recordarlo como una horrible pesadilla. Como quisiera..
- Ya deja de quejarte niño. Escucho una extraña voz dirigirse hacia mí. Pareces una nena, así no vas a conseguir nada.
- Quién eres tú?. Le Pregunto sorprendido de que pueda verme
-Marcus Denson, un gusto. Se presenta sonriendo y estirando su mano en forma de saludo.
- Pero cómo es que puedes verme?. Vuelvo a preguntar, extrañado por su forma tan tranquila de presentarse, que acaso no tenía miedo?
- Es lógico, estoy igual e incluso peor que vos. Me dice echándose de un salto sobre el sofá.
-Pero cómo es que no te he visto nunca?
- Bueno, alguna vez has salido de esta aburrida habitación?
-Emh.. No, no he salido nunca
- Ahí está la respuesta. Responde sonriendome. Te la pasas quejándote todo el tiempo, que no te das cuenta de lo que hay a tú alrededor.
-Pero que más puedo hacer? Prácticamente somos como almas en penas que esperan a ser juzgados.
- No, en eso estas mal Douglas. Nosotros no esperamos nada, nosotros tenemos que buscar todo.
-Buscar todo? A qué te refieres con eso? Le pregunto acercándome hacia el sofá en el que está echado.
- Te explico. Se sienta y me da espacio para que yo me siente junto a él. Todos nosotros somos almas en busca de respuestas.
- En busca de respuestas? No entiendo.
- A las preguntas que tenemos. Es que acaso no te haz preguntado del porqué estas así? Cómo sucedió? Quién te hizo esto?. Me pregunta cómo si fuera lo más obvio.
-Claro que lo he echo y muchas veces. Digo pasando mi mano por mi cabello. Pero es que no recuerdo nada, cómo se supone que consiga respuestas?
- Ahí está el problema, casi nadie logra salir de este estado, porque nadie recuerda nada. Mira hacia la ventana pensativo. Sólo una persona logró hacerlo. Esta vez me mira a los ojos al decirme esto.
- Y cómo consiguió hacerlo? Pregunto esperanzado, quizás si haya una forma de salir de esta pesadilla.
- La verdad, no lo sé. Me responde inclinándose hacia atrás. Algunos dicen que fue porque le dio respuestas a todas sus preguntas, otros que su familia le realizó al así como un exorcismo.
- Un exorcismo?, pregunto asustado al oír eso.
- Es que en algunos casos las almas de los cuerpos que si murieron quieren volver a la vida y algunas de esas almas son malvadas, son como demonios.
-Por Dios! Eso quiere decir que mi cuerpo puede ser apoderado por un demonio?. Vuelvo a preguntar aterrado.
- Emh si pero no. Me responde, lo miro con cara de no entender nada. Sólo puede pasar eso si tú familia trata de comunicarse con vos, cuando hacen eso es como si estuvieran poniendo una casa en venta;que es tú cuerpo, donde compradores desesperados por un hogar aparecen en montón, esos son las almas que quieren volver a la vida.
-Ahora ya entiendo. Murmuro mirando hacia mis pies. Entonces el que logró volver a su cuerpo lo hizo por un exorcismo?
-No lo creo, más bien creo que fue porque respondió a todas sus preguntas.
-Ahh estamos volviendo al inicio. Si ya te dije que no recuerdo nada. Le digo enojado de que me repita lo mismo a cada momento.
-Es que no lo sé, nadie sabe como lo hizo. Me mira serio, al parecer no le gustó de que me haya enojado.
-Entonces no se puede hacer nada, nos quedaremos así por siempre.
- Lo siento Doug. Me mira con tristeza. Pero mira el lado bueno, siempre seremos jóvenes.
-Mal chiste. Lo observó por un momento, al parecer el es de mi edad, incluso menor podría decir.
-Marcus, tú recuerdas hace cuanto estas aquí?
- No sé, pero si te aseguro que estoy aquí hace un largo tiempo.
-¿cómo sabes eso?
- Porque veo como mi cuerpo se va desarrollando, va creciendo sin que yo pueda vivirlo en carne propia. Sus ojos marrones se dirigen hacia la pequeña lámpara de noche que está en la esquina.
- Yo, lo siento tanto. No debi preguntar eso, pienso con remordimiento.
-No importa. Me sonrie. No es para tanto, yo sé que pronto voy a despertar.
- ¿ Cómo sabes eso? Le pregunto incrédulo.
- Porque mi prima si puede verme y ella me está ayudando a responder todas mis preguntas. Me responde alegremente.
-Eso quiere decir que tu prima también puede ayudarme a mi. Le digo emocionado al escuchar su comentario.
-No Douglas, mi prima sólo puede verme a mi. Me responde serio de nuevo. Ella no puede ayudarte, lo siento. Pone su mano sobre mis hombro en izquierdo en señal de apoyo.
- Entonces estoy perdido. Resoplo con resignación, encogiendo mis hombros.
-No. Me dice dándome la vuelta para poder verme al rostro. Lo que tienes que hacer es buscar a alguien que te pueda ver.
- Es que todos los que conozco ya han venido a visitarme y ninguno puede verme.
-Piensa bien, ¿quién no ha venido a visitarte?. Me pregunta agitando mi cabeza, pensando que así lograré recordar mejor.
Me pongo a pensar mejor, a ver quién no ha venido, mamá, papá; ya vinieron, Leo; mi mejor amigo ya vino. Los del equipo de fútbol también, mis tíos, primos,

Junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora