«mini-Verstappen»
contenido adulto
Aquella mañana la tensión en el paddock era más que palpable.
Aunque todo había empezado como un pequeño pique entre redbull y Ferrari, los aficionados no hacían más que echar leña al fuego y ahora ambos equipos se veían obligados a llevarse la victoria.
Sabia que correr en Suzuka sería difícil teniendo en cuenta que iniciaría en el P15, sobre todo contra Max Verstappen, que ya ganó el año pasado y que iría a por todas de nuevo. Estaba un poco reñido.
Sin embargo, soy demasiado orgulloso como para admitir que me encontraba nervioso, sensación que es completamente desconocida para mi. No había rastro de esa euforia enérgica que me recorría antes de salir en mi monoplaza y eso me asustaba. Tal vez solo necesitaba calmarme .
Lo que no sabía, es que una chica rubia había entrado a mi camarote y observaba con determinación cada uno de mis movimientos: mi pie moviéndose inquieto, mis manos pellizcando el logo de goma de mi traje, mis movimientos de cuello para intentar liberar tensión...
- Si no te conociera diría que estás nervioso.- dice divertida.
Suelto una risa y le dedicó una mirada a mi ...¿amiga? no sabía si podía considerarse eso a la chica con la que me había desvestido varias veces, pero tampoco le dí muchas vueltas.
- ¿Vienes a darme ánimos o a burlarte de mi, Liv?
- Ambas - dice riendo.
Alargo mi mano y la rubia la toma sin rechistar, acercándose a mi hasta sentarse en mi regazo.
- Eres Charles Leclerc, no tienes de que preocuparte- dice dejando un casto beso en mi mejilla. Yo le acaricio el pelo y trato de disfrutar del momento.
Siempre que estamos juntos me saca una sonrisa.-Tu camiseta dice otra cosa- señalo su camiseta azul marino de red bull con el ceño fruncido y Olivia suelta una risotada.
-Entonces lo mejor será quitarla.
Olivia se deshace de ella y la tira al piso, haciéndome babear en el sillón observando su cremosa piel y el sujetador rojo que cubre sus pechos.
- Preciosa - suspiro - no puedes hacer eso, no si no quieres que te quite todo lo demás.
Olivia me mira desafiante y suelto un gemido cuando la siento moverse sobre mi, friccionando mi dura ereccion contra ella.
-Úsame, Leclerc. - un gruñido casi animal brota de mi garganta y agarro con firmeza sus caderas, tratando de no perder la cordura.
-¿Eso quieres? ¿Que te use? - Suelto una risa burlona y aprieto sus pechos haciéndola jadear en busca de aire. - ¿Como se que no es un truco para dejarme exhausto y perder la carrera? Sigues siendo la hermanita de Verstappen.