💫Hada💫

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Día dos: esclava.

No podía soportar los murmullos y las miradas intensas que recibía por parte de todos, aunque su mirada se encontraba clavada en el suelo.

Podía sentir todas las miradas.

Era una tortura, nunca se imaginó que el ser humano podía ser cruel y despiadado, le habían arrebatado su hogar, sus amigos y su familia, siendo ella la única Hada del bosque que logró sobrevivir.

Hoy su captor había decidido venderla al tirano del duque.

Culla fama era aterradora, por ser una persona hermosa, cruel y despiadado, con todo aquel que llegues a desafiarlo.

- ¿Como piensas pagar tú deuda?- pregunto el azabache mirando de una forma sería al sujeto que tenía al frente.

Pero no podía ver bien a la mujer que tenía atrás, ya que ese hombre cubría su campos de visión.

- mi señor, tengo algo muy valioso que se que le encantara- hablo el hombre mirando al duque con nerviosismo.

- dudó mucho que sea algo que pueda pagar la gran deuda que tienes- respondió el pelinegro con acides y un  pequeño tono de burla en su vos.

- le aseguro que no se arrepentiría mi señor.

- no me hagas perder el tiempo.

- s-si.

Comento nervioso para luego dirigirse hacia la pelirrosa, agarrándola bruscamente.

- hazlo y es mejor que no me avergüences mocosa, muestrales al duque que eres realmente- ordenó el sujeto con enojo.

Haciendo enfadar a Sasuke, quien estaba apunto de decir algo, pero en ese momento un destello invadió la sala, causando que fuese incapaz para el ojo humano ver, aquel destello fue cesando poco a poco.

Todos los sirvientes, guaridas y los que trabajan para el duque, enmudecieron al ver como esa chica dejaba ver sus alas y una vestimenta hermosa, la tela parecía de su vestido era de un color rosa pastel, con un toque hermoso, los bordados estaban decorados por pétalos, como las de cerezo y una corona brillante reposaba en la cabeza de la chica, al igual que un extraño símbolo en la frente.

- e-es un hada- murmuró uno de los guardias.

- imposible, se suponía que todas las hadas murieron tras la guerra- comento una de las sirvientas.

- ¿Que opina mi señor?- pregunto el hombre mirando al azabache con curiosidad.

Todos guardaron silencio al ver como el duque se había quedado igual de mudo que ellos.

- ¿Cuánto?- dijo Sasuke, levantándose de su asiento.

- ¿Que?.

- ¿Cuanto por ella?- volvió a preguntar el pelinegro, al momento que caminaba cuatro pasos acortando la distancia.

- mi señor, el precio es un poco alto dudó mucho que....

El Uchiha chasqueo los dedos interrumpiendo al hombre, haciendo que tres de sus sirvientes, le entregaran al hombre, dos cofre llenos de oros, joyas y perlas preciosa, dejando al sujeto con la mandíbula desencajada.

- fue un honor para mí hacer negocios con usted duque- dijo el hombre con una sonrisa de oreja en oreja.

- vete y no regreses- dijo el Uchiha caminando hacia la pelirrosa- ahora ella me pertenece.

Tan solo terminó de decir eso, sus guardias no tardaron en escoltar a ese hombre despreciado hacia la salida, con una mirada fría, bastó para que todos abandonaran la sala y dejarán al duque solo, con aquella hada.

- levanta la mirada- pidió el pelinegro, con un tono de voz suave.

Pues no quería asustarla.

Una lágrima resbaló por la mejilla de la chica, quien no tardó en levantar la mirada, para asi, encontrarse con esos orbes negros que la miraban con mucha intensidad.

Dejando a la pelirrosa congelada, en su sintió, sintiendo como el aire abandonaba sus pulmones.

Su corazón empezó a latir como loco y podía sentir como su pulso se había elevado.

Cosa que el duque había sentido cuando se encontró con esos orbes jade, sentían como un sentimiento fuerte y confuso los invadió con intensidad.

- ¿Cual es tu nombre?- pregunto el pelinegro, rompiendo el silencio.

- Sa-Sakura- murmuró ella con timidez.

Una sonrisa tierna apareció en los labios de aquel hombre, dejando a la pelirrosa más confundida de la que ya estaba.

- bienvenida a tu nuevo hogar Sakura, mi nombre es Sasuke- se presentó el hombre sin borrar su sonrisa.

Por un segundo la pelirrosa sintió algo cálido y la extraña sensación de que ese extraño humano, no intentaría lastimarla.

Pues podía leer su corazón y sus pensamientos, aunque no por eso iba a confiarse.

Este era un nuevo destino que debía de enfrentar.

Pero algo le decía que está vez no iba a sufrir, no cuando la persona que tenía al frente es su pareja de vida, pero eso sería su pequeño secreto.

Secreto que no tenía intención de revelar.

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😬 Hasta yo quedé picada, jeje no olviden comentar y darle una estrella.⭐💬

Sin más que decir me despido Sasusaku.👋☺️

One Shot cortos, especialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora