CAPÍTULO 6: UN MINI CUENTO PARA DORMIR

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En el capítulo anterior:

L: “G-gracias…” Soltó una risita nerviosa. “Te agradezco con todo mi corazón que seas tan bueno conmigo.”

M: “Porque te lo mereces. No volveré a permitir que te hagan daño.”

L: “No fue tu culpa. No lo sabías. Es por eso que no te perdono: porque no hay nada que perdonar.” En sus ojos estaban comenzando a formarse pequeñas lágrimas al recordar el mal rato que le hizo pasar Daisy.

M: “N-no hermanito, no llores.” Entonces a Mario se le ocurrió algo. “Ya sé: te voy a contar el cuento del ratoncito y el quesito. Ya verás cómo te relaja y hará que tengas unos sueños tan preciosos como tú.”

L: “O-Ok…”


Y continuamos:

(*Nota de la autora: Al igual que en el capítulo 4, narraré yo a pesar de ser Mario quién cuenta el cuento.*)

Érase una vez un pequeño ratoncito que vivía con sus papás y su hermano mayor en el hueco de la pared de una gran casa. Vivían en paz y tranquilidad, pero lo único malo era que había un gran gato color gris.

Cada vez que el pequeño ratoncito tenía miedo, todas las noches su hermano mayor iba a la cocina a por un trozo de quesito para tranquilizarlo.

Una noche el ratoncito tuvo una fuerte pesadilla, por lo que el hermano mayor decidió ir esta vez a por un trozo de quesito aún más grande. El gato dormía plácidamente, por lo que fue fácil hacerse camino hasta la cocina y conseguir el queso que había en la mesa de la cocina. 

Pero entonces escuchó una voz justo en el suelo: era el gato, quien se despertó al oír los pasitos del ratón mayor, y para su suerte el gato era pacífico y le dejó ir a su casa, pues sabía todo este tiempo que él y su familia estaban viviendo escondidos y que solo pasaba por el hueco de la pared para asegurarse de que siguieran sanos y a salvo.

Le dio las gracias al gato y fue en dirección a la habitación de su hermanito, le entregó el quesito y se comió. Justo después de comer, se olió las manos y, ante el olor del quesito, se quedó dormidito.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


M: “¿Te gustó?”

L: “Bueno, me asusté un poco. Creí que el gato se comería al hermano del ratoncito.” En realidad Mario decidió que el gato fuese bueno para no traumatizar a Luigi, pues éste último entendía la relación entre los ratoncitos y ellos dos y su amor fraternal. Abrazó aún más fuerte a Mario. “Pero por lo demás, ya estoy más tranquilo. Gracias.”

M: Se sonrojó ante la dulzura de Luigi. “De nada pequeñín.” Comenzó a darle suaves caricias en sus hombros. “Yo siempre estaré aquí para ti, te lo prometo.” Dijo con una voz dulce.

L: “Muchas gracias big bro. Oye… ¿M-me podrías contar el cuento del Conejito Esponjosito?” Preguntó muerto de vergüenza.

M: “Claro que sí bro.” Le sonrió y frotó su mejilla contra la frente de Luigi como muestra de amor y ternura.

Hola.

Antes que nada quisiera aclarar que para este mini cuento me inspiré en "La gran familia española". Créditos a Warner.

El próximo capítulo será el último.

Espero que os haya gustado este capítulo.

Nos vemos 💕

Abrazos (Mario x Luigi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora