Besos En Guerra (Daniel x Betty) YSBLF

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POV Dani Boy🦇:

Daniel llevaba días sintiéndose miserable. No era por las heridas, No, eso él ya había aceptado que le iban a quedar las cicatrices permanentes (no que le importara, eso era lo menos en su vida ahorita). Lo que lo tenía mal, o más como a su cabeza, era que Beatriz no estaba. Beatriz se había ido a Cartagena con Catalina para el reinado, le había llamado la mañana después que llegó y le contó de todo lo que vio ya, Daniel solo escuchaba como ella hablaba, hasta sonaba más feliz.
Daniel ahora tenía el estrés de tener una junta hoy, nadie sabía que Beatriz se había ido, excepto Daniel, y tal vez le tocaría responder unas preguntas.

Entró a la sala y ahí estaba Don Roberto, Doña Margarita, Marcela, Mario, Hugo, y Armando ya esperándolo, con 2 sillas vacías quedando en la mesa. Daniel saludo a su hermana y a Margarita con un beso a la mejilla y abrazando a Roberto (Hugo ignoro su entrada), ignorando completamente a Mario y Armando. “Bueno empezemos no?” pregunto entre dientes el ojiverde, y Don Roberto entendió perfectamente que el hombre no tenía paciencia hoy, “Empecemos pues” dijo Don Roberto sentándose esta vez junto a Armando, quería mantenerlo en control. “Dónde está Betty? No piensa en venir a la junta?” preguntaba incesablemente Armando, Mario solo lo observaba al igual que Marcela, “Ni siquiera llevamos 2 minutos en la junta y ya estas preguntando por esa mujer!” se quejó Hugo cuando Armando habló. “Por primera vez estoy de acuerdo con ese pendejo” se dijo Daniel a sí mismo, “No Armando, la Doctora Pinzón no va a venir a la junta, no está en la ciudad” Daniel explicó cortante, “¡COMO ASÍ DANIEL!” grito Armando cuando escuchó la noticia, Roberto lo agarró rápidamente y lo regaño, “Pues- yo- la busqué después de ese día y encontré a este Nicholas Mora, dijo que había salido de la ciudad” intentó mentir, bueno no todo era una mentira. “Pero si ella es técnicamente la propietaria de Ecomoda, como va a faltar a esto?!” preguntó Marcela, casi al borde de lágrimas al intentar mantenerse tranquila. Daniel podía sentir la tensión en la habitación, 4 alphas en una habitación casi todos irritados nunca era una buena idea, “Yo que se?” Intentaba evitar a toda costa la pregunta de donde estaba Beatriz. No quería que la fueran a molestar, sonaba tan feliz cuando hablo con ella, y pues él cree que es el único que puede fastidiarla mientras están en Cartagena (Cata le había dado permiso después de todo).
“Valencia, si no me dice dónde está Betty en este instante, le parto la cara una vez más y se la dejó irreconocible” demandó Armando poniéndose de pie una vez más, solo siendo detenido por Mario que era el único tranquilizante de Armando. “Dilo” dijo su voz interna cuando ya se había hartado, “Sobre. Mi. Cadáver.” dijo lentamente Daniel, saliéndose de la junta y corriendo a la oficina de Marcela. Sintió el viento de Armando intentando agarrarlo y fallando y podía escuchar que Marcela lo estaba siguiendo, “DANIEL, ESPERA” pidió su hermana finalmente alcanzando cuando estaba en la puerta, “POR QUE LA DEFIENDES DANIEL? NO VES QUE NOS ESTÁ QUITANDO LA EMPRESA?!” le gritó la mujer frente a él, Daniel ya no aguanto saber que su hermana seguía creyendo a Armando tanto, “POR QUE EL BASTARDO DE TU NOVIO LE HIZO ESTO!” le respondió sacando la carta de Beatriz, ella le había pedido destrozarla pero no se había atrevido porque quería tener pruebas para Marcela. “¡¿Qué es eso?!” demandó Marcela, “leela” dijo su hermano sentándose en la silla de la oficina.

Unos minutos después Marcela era un desastre de lágrimas y arrepentimientos, “p-pues ella no planea quedarse con Ecomoda?” preguntó Marcela ya un poco más tranquila, “No, ella nunca quería eso, ella lo que quiere es alejarse lo más posible” Le explicó Daniel, Marcela dejó salir un sollozo detuvo su cabeza, “Como le creí a Armando?” Daniel solo miró a su querida hermana menor y respondió con sinceridad “Estas enamorada, no piensas con la cabeza…”. “Daniel, buscala, ayudala. No puede dejar las cosas así, esta empresa la necesita, por favor” rogó la pelinegra, lágrimas saliendo de sus ojos y corriendo por su cara, “Pero-” Daniel fue interrumpido por la entrada de Hugo, “pienso lo mismo, aunque el monstrete ese se vista así, su mente es mejor que cualquiera de las personas aquí, bueno, ademas de mi” dijo que el mismo tono de siempre. “¡Vamos por favor! ¡Nos necesita! Omega nos necesita!”  dijo su mente, casi juntándo se con sus propios pensamientos regulares. “Está bien, voy a buscarla, pero no puedo decirles dónde está.” Daniel accepto.