Jung Hoseok se despertó con el suave murmullo de su teléfono, indicando el comienzo de otro día en el caótico mundo del K-pop. Frotándose los ojos, se sentó en la cama y revisó las notificaciones, sabiendo que el día prometía estar lleno de compromisos y responsabilidades. Mientras tanto, Park Jinyoung ya estaba en pie, repasando mentalmente la agenda del día mientras se preparaba para enfrentar el mundo exterior.
Hoseok y Jinyoung compartían un pequeño apartamento en Seúl, donde vivían juntos su amor en secreto. Aunque el resto del mundo veía a Jinyoung como la miembro más reciente y única mujer de BTS, para Hoseok era simplemente su amada Jinyoung, la persona que lo completaba en todos los sentidos.
Después de un rápido desayuno, se dirigieron juntos hacia el edificio de la agencia, donde comenzaría su día de trabajo. Al llegar, fueron recibidos por el bullicio de los empleados y el ajetreo de los preparativos para el próximo concierto.
"Hola, chicos", saludó Namjoon, el líder de BTS, con una sonrisa cálida. "¿Listos para otro día de locura?"
"Siempre lo estamos", respondió Hoseok con una risa, intercambiando miradas cómplices con Jinyoung.
La jornada transcurrió entre reuniones de planificación, sesiones de práctica intensiva y entrevistas con medios de comunicación. En cada momento, Hoseok y Jinyoung se esforzaban por mantener su relación oculta, conscientes de los ojos curiosos que los observaban constantemente.
Durante una pausa para el almuerzo, Jinyoung se acercó a Hoseok en privado. "¿Crees que podremos seguir así para siempre?", preguntó con un suspiro, mirando a su alrededor con precaución.
Hoseok le tomó la mano con ternura. "Lo sé, cariño. Pero por ahora, debemos seguir adelante juntos, sin importar lo que nos depare el futuro."
De vuelta en el trabajo, se sumergieron en la atmósfera frenética del fameting, saludando a los fans con sonrisas radiantes y posando para fotos con gracia y elegancia. En cada flash de cámara, recordaban la delicada línea que separaba su vida pública de su amor privado.
Al final del día, exhaustos pero satisfechos, regresaron a su hogar compartido, donde la intimidad de su relación podía florecer sin restricciones. Se abrazaron con fuerza, encontrando consuelo en el calor mutuo de sus cuerpos.
"Mañana será otro día de desafíos", murmuró Jinyoung contra el pecho de Hoseok.
"Lo sé", respondió él con suavidad, acariciando su cabello. "Pero mientras estemos juntos, podremos superarlo todo."
Así, envueltos en el amor y la complicidad, se quedaron dormidos, listos para enfrentar juntos un nuevo día en el brillante y tumultuoso mundo del K-pop.
El día del gran concierto había llegado, y tanto Hoseok como Jinyoung estaban llenos de nervios y emoción. El estadio estaba lleno hasta los topes con fans emocionados, ansiosos por ver a BTS en el escenario. Hoseok y Jinyoung se preparaban para la actuación con entusiasmo, pero una sombra de preocupación cruzaba el rostro de Jinyoung mientras luchaba por ignorar el malestar que la aquejaba desde temprano.
Durante la primera parte del concierto, Jinyoung luchó por mantener el ritmo, su mente dividida entre la coreografía y el malestar que la perseguía. Sin embargo, cuando llegó el momento de una rutina particularmente agotadora, la sensación de debilidad se intensificó hasta que finalmente su cuerpo cedió, cayendo al suelo en un desmayo repentino. El caos estalló en el escenario mientras los compañeros de grupo y el equipo médico rodeaban a Jinyoung, preocupados por su bienestar.
Hoseok miraba con angustia mientras los médicos la examinaban y la llevaban rápidamente al camerino para recibir atención médica.
"Hoseok, quédate aquí. Tenemos que continuar", dijo el manager, tratando de mantener la calma en medio del caos, luchaba con la indecisión mientras miraba hacia el camerino, su corazón dividido entre su deber en el escenario y su preocupación por Jinyoung. Sabía que debía cumplir con su papel como ídolo de K-pop, pero el pensamiento de dejar a Jinyoung sola en ese momento de necesidad lo atormentaba.
"Ve con ella, Hoseok", instó Namjoon, poniendo una mano reconfortante en su hombro. "Nosotros nos encargaremos aquí. Lo más importante ahora es que Jinyoung esté bien."
Con un suspiro de alivio, Hoseok se apresuró hacia el camerino, donde encontró a Jinyoung recostada en un sofá, rodeada por el equipo médico. Su corazón se hundió al verla pálida y vulnerable, pero se sintió reconfortado al verla consciente y consciente.
"Jini, ¿cómo te sientes?", preguntó con voz preocupada, tomando su mano con ternura.Ella le dedicó una sonrisa débil.
"Estoy bien, amor. Solo necesito descansar un poco", respondió, tratando de tranquilizarlo.Aunque su instinto le decía que quedarse a su lado era lo correcto, Hoseok sabía que el espectáculo debía continuar. Con un beso suave en la frente de Jinyoung, se levantó con determinación.
"Voy a volver al escenario, pero estaré pensando en ti todo el tiempo", prometió, sintiendo un doloroso nudo en la garganta mientras se despedía temporalmente de su amada.
En el escenario, Hoseok y los demás miembros de BTS continuaban con la actuación, entregándose al espectáculo mientras la multitud coreaba sus nombres con entusiasmo. Sin embargo, en su mente, Hoseok no podía dejar de preocuparse por Jinyoung, preguntándose cómo se encontraba en el camerino.
En el camerino, Jinyoung luchaba por contener los mareos y las náuseas que la asaltaban una vez más, mientras el manager observaba con creciente preocupación.
"Jinyoung, esto no parece estar mejorando. Creo que debemos llevarte al hospital de inmediato", sugirió el manager, su tono lleno de preocupación por la salud de la joven ídolo.
Jinyoung asintió débilmente, pero luego miró al manager con determinación. "Por favor, no le digas nada a Hoseok. No quiero preocuparlo más de lo necesario", dijo con voz temblorosa.
El manager frunció el ceño, indeciso ante la idea de ocultarle la verdad a Hoseok. "Pero él tiene derecho a saber lo que está pasando contigo, Jinyoung. Es importante", respondió con insistencia.
Jinyoung apretó los labios con determinación. "Por favor", dijo, buscando el apoyo del manager para respetar su deseo.
El manager suspiró, comprendiendo la insistencia de Jinyoung. "Está bien, Jinyoung."
Jinyoung asintió con gratitud. "Gracias, manager", respondió, antes de ponerse de pie con determinación para enfrentar lo que viniera.
Juntos, el manager y Jinyoung salieron del camerino y se dirigieron al hospital más cercano en busca de ayuda médica, manteniendo en secreto su partida para no preocupar a los demás miembros de BTS.