Rencarno con poderes de control mental en otro mundo

capitulo 52

Diana entró en la habitación y detrás de ella había dos chicas de unos 16 y 17 años.

Ambos ojos están cubiertos con una tela.

El mayordomo miró a las chicas y gritó.

"Bastardo, si te atreves a tocar a mis hijas te mataré".

Anon lo vio moverse como loco en la silla con la esperanza de romper la cadena y liberarse.

Anon volvió a sentarse en la silla y le dijo al viejo mayordomo.

"No los tocaré, lo prometo, pero si no me dijiste para quién trabajas y por qué me estás vigilando entonces..."

"Estás enfermo, hijo de puta". Dijo mientras miraba a Anon con ojos sedientos de sangre.

"Dónde estamos ?" Preguntó el pequeño presa del pánico.

"Hermana, ¿dónde estamos?" Ella añadió.

"N-No lo sé... pero debemos mantener la calma". La hermana mayor apoyó a la hermana menor diciendo esto.

"Tu hija mayor es inteligente, es un desperdicio convertirla en una máquina reproductora de orcos. Jejeje". Anon dijo mientras miraba al mayordomo.

El mayordomo miró a Anon con expresión de pena y habló.

"Hazme lo que quieras... déjalos por favor, te lo ruego. Ni siquiera te conocen. Son inocentes".

"Como dije, no haré nada con ellos, pero los orcos sí lo harán".

"N-No, no..." El mayordomo comenzó a llorar de miedo.

"Oh, sí, lo haré y lo haré delante de tus propios ojos si no me cuentas todo ahora".

"Te contaré todo, por favor déjalas ir... lo prometo. Incluso te serviré como tu esclava por el resto de mi vida... por favor, deja ir a mis hijas, por favor". Dijo mientras lloraba y las lágrimas brotaban de sus ojos.

Anon hizo un gesto hacia Diana y ella salió de la habitación con ambas hijas.

"Hablar."

"Soy Fredrick Flames. Trabajo para The Dragon House of Flames. Mi maestro me ordenó que te siguiera y obtuviera tanta información como pudiera. Cuando el maestro vio que el asesino de sangre te estaba siguiendo, me ordenó investigar sobre tú." Dijo Federico.

"Al principio ni siquiera hablas y ahora eres un pequeño loro, eh".

"¿Están a salvo?"

"Sí, regresaron a casa de donde fueron elegidos".

"Te dejaré ir con tu familia, pero he puesto un hechizo en tus dos hijas que se activará automáticamente si le cuentas a alguien sobre mí o este lugar. Morirán la muerte más dolorosa del mundo, la que tú has tenido". Ni siquiera lo has visto en tu vida".

"Entiendo. No le contaré a nadie sobre ti." Dijo con expresión asustada.

"Bien, ahora shu-shu, tengo otro cliente con quien hablar". Luego abrió sus cadenas y lo dejó ir.

"Ahora sólo quedas tú, ¿eh?" Anon dijo mientras miraba a la chica asesina de sangre.

Ojos verdes intensos, pelo negro corto, copa D, trasero enorme y sexy, color de piel claro y muslos regordetes. Material completo de novia, pero es triste que haya sido entrenada para matar sin piedad.

Cuando Anon estaba a punto de decirle algo a la chica, alguien abrió de repente la puerta.

"¿Quién se atreve-" cuando Anon estaba a punto de decir algo, vio a biyuk y a sephie juntos entrando a la habitación, todos sudorosos y resoplando.

"¿Ustedes dos están bien?" Anón preguntó.

"Maestro *huff-huff* lo he logrado." Sephie dijo con una sonrisa de esposa en su rostro.

Biyuk la cortó por la mitad y habló.

"Maestro, también *Huff-Huff* descubrí el paradero de 7 armas legendarias que hice en el pasado".

"Dios mío, ¿no es la dama de la suerte la que brilla esta noche?". Anón dijo con una sonrisa.

"Lo diré primero".

"No, lo diré primero".

"No, lo haré-"

Ambos empezaron a discutir.

"Deteneos a los dos. Biyuk, dímelo". Anón habló.

"Si señor."

Al abrir un mapa, Biyuk me mostró el plano de este mundo.

"Verás, maestro, hice siete armas legendarias, pero cuando las escondí todas no las escondí todas en un solo lugar. Escondí 3 armas en el reino humano y 4 armas en reinos de diferentes razas".

"Bueno."

"Cuando les di estas ubicaciones a los asesinos, no encontraron ninguna porque fueron elegidas por otra persona".

"OMS..?"

"Esto es cuando se pone interesante... cuando les pregunté a los aldeanos si había algún prodigio que surgiera de esa aldea y todos fueron positivos".

"Quieres decir..." Sephie habló.

"Sí, los siete antepasados ​​de la Familia Real encontraron mis armas y las consideraron tesoros naturales de una mazmorra o algo así, desde entonces están usando mis armas para gobernar este reino".

Al escuchar esto Anon soltó una carcajada.

"Jajajajaja... perfecto, esto es perfecto."

"¿De qué se ríen bastardos?" Se preguntó la asesina ya que no podía escuchar nada desde el interior del Campo Nil.

"Umm... maestro, ¿puedo preguntar por qué se ríe?" -Preguntó Biyuk.

"Me estoy riendo porque son armas hechas por ti y puedes destruirlas según tu voluntad y dejar a todas las familias impotentes, ¿verdad?"

"Uhh... ese es un problema, ¿ves?" Biyuk habló con una expresión extraña.

"¿Qué problema?" Anón preguntó.

"Verás... no puedo destruirlos, no porque los hice y los amo, pero ningún arma puede destruirlos hasta que esté hecha del mismo material que ellos".

"¿De qué estaban hechos?" Anón preguntó.

"Era un material nuevo que descubrimos mientras extraíamos en el fondo del suelo. Lo llamamos Graventine".

"¿Es tan fuerte?"

"Sí, porque lo encontramos en estado sólido incluso cuando la temperatura era insoportable incluso para nosotros los enanos".

"Hmm... Graventina." Anon dijo mientras comenzaba a pensar.