Yukierre One Shots

Yukierre

Yuki y Pierre se habían conocido en 2017, claro que el francés no lo recordaba, aunque el japones guardaba ese recuerdo con cariño. Ahora serian compañeros de equipo, pasarían mucho tiempo juntos dentro de pista y una parte de Yuki quería que también fuera de ella.

La primera carrera de la temporada estaba a punto de comenzar en el Circuito de Melbourne. Yuki y Pierre se encontraban en sus respectivos boxes, preparándose mental y físicamente para lo que sería una batalla épica en la pista. Entre el estrés y la adrenalina, sus miradas se cruzaron por un instante, y en ese breve encuentro, algo inexplicable comenzó a florecer entre ellos.

El sol se ponía lentamente sobre el circuito de Melbourne, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y dorados mientras los equipos de la Fórmula 1 se apresuraban a recoger sus pertenencias y desmontar los boxes después de una emocionante jornada de carreras. Entre la multitud de mecánicos y personal técnico, Pierre, buscaba ansiosamente a su nuevo compañero de equipo, Yuki.

Habían compartido su primera carrera juntos como compañeros, y aunque la competición había sido feroz, Pierre no podía evitar preocuparse por el bienestar de Yuki. Después de todo, competir en la Fórmula 1 era una tarea agotadora tanto física como mentalmente, y el joven japonés aún estaba adaptándose al ritmo frenético de la máxima categoría del automovilismo.

Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, Pierre recorrió el paddock en busca de cualquier indicio de su compañero. Pasó junto a los boxes de otros equipos, saludando a algunos colegas con una sonrisa cortés pero distante, su mente completamente concentrada en encontrar a Yuki lo antes posible.

Finalmente, divisó la silueta familiar de Yuki en la distancia, rodeado por un grupo de periodistas y aficionados que buscaban obtener una palabra con el joven piloto japonés. Pierre se abrió paso entre la multitud con determinación, su preocupación creciendo con cada paso que daba.

Cuando finalmente llegó junto a Yuki, se detuvo frente a él con un gesto de alivio palpable en su rostro. "Yuki", llamó con voz suave pero firme, captando la atención del joven japonés entre la multitud.

Yuki levantó la mirada, sorprendido al ver a Pierre frente a él. Una sonrisa tímida iluminó su rostro cansado, revelando el rastro de emoción y agotamiento que lo acompañaba después de la carrera. "Pierre", respondió con un asentimiento, reconociendo la preocupación en los ojos del piloto francés.

Pierre se acercó a Yuki, colocando una mano reconfortante en su hombro. "¿Estás bien?", preguntó con voz preocupada, escudriñando el rostro de Yuki en busca de cualquier señal de malestar o fatiga.

Yuki asintió con una sonrisa cansada. "Sí, estoy bien", aseguró, aunque su voz revelaba la tensión acumulada en su cuerpo después de la carrera. "Ha sido una carrera difícil, pero hemos logrado terminar en una buena posición."

Pierre asintió con satisfacción, aliviado al escuchar las palabras de Yuki. Sin embargo, no pudo evitar notar la fatiga evidente en los rasgos de su compañero. "Deberías descansar un poco", sugirió con gentileza, preocupado por la salud y el bienestar de Yuki. "La próxima carrera está a la vuelta de la esquina, y necesitamos estar en plena forma para enfrentar los desafíos que se nos presenten."

Yuki asintió, agradecido por la preocupación y el apoyo de Pierre. "Tienes razón", concedió con una sonrisa cansada. "Voy a descansar un poco y luego nos reunimos para analizar la carrera juntos."

Pierre asintió con satisfacción, contento de ver que Yuki estaba dispuesto a cuidar de sí mismo después de la carrera. Con un gesto de despedida, se alejó para permitir que Yuki se retirara y descansara, sintiéndose reconfortado por el hecho de que su compañero estaba en buenas manos.