LA VENGANZA

LA PRIMERA VICTIMA

Durante dos años mi ausencia se prolongó como un eco en las sombras, en ese tiempo tejí mil y un planes para hacer pagar a mi querido padre y su nueva familia. Lo seguí durante días hasta que descubrí su oscuro secreto. Frecuentaba el Scarlet shadows night club, el más famoso de la ciudad.

Ahora no solo hablábamos de venganza, estaba entrando a una zona de peligro inminente.

Mucho se decía sobre aquel club, había innumerables notas que relataban que existían misteriosos secretos que se escondían entre aquellas paredes de lujo y extravagancia, y debo admitir que algunas lograron captar mi atención de forma que me hizo estremecer.

Al cruzar el umbral del club, una sensación de misterio me invadió por completo. Me sentí entrar en un mundo oculto, casi prohibido. Los candelabros descendían del techo como centinelas de lo clandestino, sus llamas custodiaban secretos que las paredes susurran a aquellos que no temen escucharlos. Los asientos de terciopelo rojo eran tronos para quienes buscan refugio en la promesa del anonimato y desenfreno. Aquí, cada sombra y cada reflejo en los bellos cristales. Sugiere que lo que sucede bajo la luz de los candelabros, se queda en el club, sellado por el pacto de los presentes. Un sitio que te dice se bienvenido al santuario de lo prohibido, donde cada noche es una velada de intrigas y placeres ocultos.

Esta nota pertenecía a un autor cuya identidad era anónima, parecía ser que solo firmaba sus escritos con una inicial. En múltiples de sus publicaciones aseguraba que, bajo el lujo y esplendor, se ocultaban los más sucios y ruines actos. Pero solo aquel que ha sido víctima de ese siniestro club puede saberlo, en carne propia.

Aunque no me interesaba la historia de aquel lugar, estaba dispuesta a averiguar dónde iba a meterme. Y ese escritor misterioso estaba haciendo que mi curiosidad y temor por aquel centro nocturno aumentaran cada vez más.

El Club Nocturno Scarlet Shadows... Solo escuchar su nombre me eriza la piel.

Imagina atravesar las pesadas cortinas de terciopelo, cuyo profundo color carmesí absorbe la tenue luz de las velas. El aire está impregnado de misterio y el pulso de la música resuena en tu pecho. Las paredes parecen murmurar secretos, mientras los clientes llevan máscaras que ocultan sus identidades. ¿Están aquí por placer, escape o algo más siniestro?

El bar ofrece elixires que embriagan tanto el cuerpo como el alma. Un sorbo del "Scarlet Shadows Special" y, de repente, los recuerdos te inundan: recuerdos que nunca imaginaste tener. El barman, ataviado en terciopelo nocturno, te ofrece una sonrisa maliciosa. "Bebe", te incita. "Libérate de las cadenas de la moralidad".

En los rincones ocultos, los reservados cobijan conversaciones en susurros. Amantes enlazados, conspirando o negociando secretos. Las paredes, reflejan destellos fracturados de realidades alternativas. ¿Es esa tu imagen reflejada o la de alguien más?

A medida que amanece, el club revela su verdadera esencia. Las máscaras caen, descubriendo rostros bellos y grotescos por igual. Y al surgir el sol en el horizonte, el club se disuelve como la niebla, dejando tras de sí solo memorias y preguntas sin resolver.

Un espacio donde la realidad se desvanece y los sueños se entrelazan. Si sus puertas te seducen, camina con cuidado. Pues al cruzarlas, puede que no encuentres salida. Y si escapas, es posible que nunca vuelvas a ser el mismo.

Así que, viajero de las sombras, si te aventuras más allá de la medianoche, prepárate para perder algo. Tal vez tu cordura, tal vez tu corazón. En *Scarlet Shadows*, los límites se desvanecen, y la realidad se desgarra. Bienvenido al abismo.

ESE AUTOR DE VERDAD ME INTRIGABA...

investigue lo suficiente para darme cuenta de que las putas con las que se revolcaba mi querido padre, solían ser jovencitas. Por lo que dijo la prostituta a la que le pregunté, su obsesión eran las pelirrojas.