Un cuerpo completamente inconsciente llegó a las orillas del río cerca del pequeño pueblo en Francia, cerca de este río, un joven de bello rostro, labios rojos como una cereza, cabello castaño claro ondulado y un poco largo, piel blanco como la porcelana, ojos marrón claro como la miel, bello cuerpo y bella voz, se acercaba con cautela, puesto que anoche había ocurrido una tormenta, y él, al no haber guardado leña, tuvo que aventurarse en aquel lodoso desastre que había dejado la lluvia.
Caminando con cautela y cuidado de no pisar en falso, se fue acercando con mucho cuidado al río, notando cómo una figura sobresalía de los árboles y ramas caídas, preocupado y angustiado, se acercó con más rapidez, encontrándose con un joven de piel morena, cabello largo mitad negro mitad blanco y atado en rastas naturales, rostro con marcas de acné y pocos barros, cuerpo delgado pero un poco rollizo, sosteniendo en sus manos una bolsa maltratada y un poco rota. Su ropa lucía deteriorada y gastada, sus pies estaban descalzos y llenos de lodo, todo en aquel muchacho gritaba "Vago", pero como el bello joven que lo encontró era tan amable, lo tomo en brazos y lo llevo a su casa, teniendo cuidado de no despertarlo bruscamente o algo así.
Al llegar a su casa entro rápidamente, cerrando la puerta con cuidado de no despertar al joven de piel morena, ni despertar a su papá, el cual estaba dormido, ya le tocaba su siesta de la tarde al viejito tierno.
Bell camino a paso lento hacia su habitación, entrando cautelosamente, se acercó a su cama y dejo al ojeroso sobre está, cuidado de no manchar de más su cama o que este despertara de su estado inconsciente.
❝⚊¿Bell, ya llegaste? ⚊pregunto su padre entrando a la habitación, acercándose a su hijo⚊❞.
Bell dió media vuelta asustado, con su cuerpo trato de cubrir al ojeroso inconsciente mientras trataba de aparentar cero nerviosismo y nada de sospechosidad.
Spoiler: no le salió.
❝⚊¡A-ah! S-si llegué hace unos minutos ⚊respondió Bell con "total" calma y cero nerviosismo⚊❞.
El de cabello canoso lo miro curioso, conocía bien a su hijo, y sabía por sus obvias expresiones y movimientos que algo andaba más que mal.
❝⚊Bell, ⚊lo llamo con voz suave, tomando delicadamente su mano⚊ ¿Que me estás ocultando? ⚊le pregunto preocupado⚊❞.
Bell miro a su padre, su corazón flaqueo un poco, no podía ocultar le nada su padre. Podría hacerlo con todo el mundo, menos a él. Después de todo, el es lo único que tiene.
❝⚊Papa... No te vallas a enojar ⚊susurro haciéndose a un lado, dejando ver al ojeroso completamente inconsciente y lleno de lodo⚊❞.
El mayor abrió los ojos asustado, soltó la mano de su hijo y se acercó al moreno, mirando su rostro con curiosidad, analizando todas las posibilidades y las diferentes reacciones que el moreno podría tener una vez despertase de su ciclo de "sueño".