I. La estrella

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Quisiera, tocar el cielo, acariciar una nube, tímidamente, que me cuente un secreto, que poco a poco, en este frío ambiente, en mi mejilla pierda un beso.

La más radiante estrella para el hombre se apaga en aquellas noches de desvelo, pero para mí, se prende, con su puntiagudo lápiz, en mi cara, traza una sonrisa.
Como estaca al corazón, un flechazo de alegría y emoción.
Porque a través de ese cristal, aunque el cortocircuito aparezca, en mi mente es inexistente. Porque mis recuerdos no mienten, y la estrella no me miente a mí.

Y aunque sea una pequeña lombriz o un innato ballenato, que sea un rascacielos o de la amistad, un intento, aún alta o baja, que sube o que permanece quieta, nunca dejaría de amar a esa estrella.

Aunque no todos los días sea tan radiante, espero a que ella brille a su máximo esplendor, que ilumine mi oscuro camino o coloree mí grisáceo tiempo perdido.

Ya quisiera yo ser tan luminosa, tan pura, que de un diamante no sea capaz de distinguirla. No consigo eso, solo consigo un agrio debate con mi inconsciente, solo consigo que murmuren las ardillas sobre mi inmadurez o que callen las flores apenas toquen mi futura tumba, que caigan las hojas en primavera y que el bosque desnutrido marchite por sobre la palma de mi pobre mano.

Ya quisiera ser otra estrella tan peculiar, ya quisiera estar tan cerca de esa otra estrella, la cual no hace nada excepto inconscientemente invitarme a apreciarla, y que las hadas me tapen la boca con la única hoja que no cayó de su árbol.

Y en cuanto a la estrella, ya quisiera yo resplandecer como ella, pero en el fondo, me gusta más admirarla a través de mi cristal, aunque de ella solo surjan dudas e incógnitas, que solo salgan susurros sin completar, será mi estrella favorita en el fondo de mi corazón mientras en el cielo permanezca, mientras de su órbita no escape, mientras conmigo no se apague.

Ya quisiera yo, ya quisiera.

« Quisiera, tocar el cielo, acariciar una nube, tímidamente, que me cuente un secreto, que poco a poco, en este frío ambiente, en mi mejilla pierda un beso. »

Dedicado a mi "esposa". Sofía, ojalá no leas esto.

ㅤ𝘣𝘳𝘢𝘨𝘨𝘢𝘥𝘰𝘤𝘪𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora