Cambió mi rumbo cuando
"La belleza duele"
cobró vida
Cambió mi rumbo cuando
el compás andante
me sacudíaDolor, a cada pisada
a cada tiempo,
cada dos 'ochos',
cada zapato,
cada badana,
cada polaina,
y cinco, seis,
siete, ocho.Vergüenza evadíame
de que resáltenme
caricias de mi desahogo
de que apariécense.
¿Por qué, dígame usted,
me apenaba tener pasión,
me apenaba mi euforia,
que a mis raíces he notoria?
Que su inusual forma
rareza me repartía,
que a mi esfuerzo
con tristeza yo cubría.Aceptarse fue rompecabezas,
costase relajar el cuello,
o darle calidad al mover,
o costase estirar las piernas.A caída, aprendí de una vez.
De golpes, yo apiadada.
Más vale duelan los pies
antes que duela el alma.Raíces, 2023.