𝙳𝙾́𝙽𝙳𝙴 𝙳𝙸𝙾 𝙸𝙽𝙸𝙲𝙸𝙾 𝙴𝙻 𝙳𝙾𝙻𝙾𝚁

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El día era agradable. El cierlo brillaba con sus colores suaves y pastel.
Aquella zona era un tanto transitada. Y en ella, se podía ver a la gente ir de aquí para alla, caminando con tranquilidad.

━ ¿Por qué... ? ━

Se escucho una voz femenina e infantil quejandose por alguno de los lugares de aquel sitió.

Aquella hermosa niña de alrededor de unos 8 años, híbrida de gato calico, cabellera clara, ojos verdosos y tamaño pequeño hizo cierto berrinche en presencia de su contrario.

━ ¿¡Por qué no te puedo ganar!? ━ Gritó la menor, quejosa por la situación ━ ¡¡Seguro hiciste trampa!! ¡¡No es posible que hayas ganado las partidas anteriores también!! ━

Aquel oponente había dejado no hace mucho su pieza de ajedrez en el lugar a acertar. Lentamente, su mirada verdosa dio a la niña, sonriendo con confianza.
Sus cabellos rubios se hicieron presentes, un muchacho apuesto pero en lo que cabe, agradable y de actitud amable.

El rubio miro a la menor, haciendo contacto visual con ella.

━ ¿Trampa? ━ Él sonrió con aires confiados, mientras se recargaba sobre su asiento ━ No es por presumir... pero solo he perdido una vez en toda mi vida ━ Afirmó él, exteniendo su mano hacía la menor, moviendo sutilmente sus dedos con la plama volteada hacía arriba ━ ¿Y bien? ━

La menor de edad infló sus mejillas en representación de molestia ante su acción del mayor con sus manos.
Sin más que debatir, ella saco de su bolso un enorme pescado de tonalidades violetas pastel, entregandolo al mayor a duras penas, notando en su expresión el pesar que le daba pagarle con su más preciado alimento mañanero.

El rubio de orbes verdes tomó el presente, inspeccionandolo con detenimiento, manteniendo su sonrisa amigable y desinteresada.

━ Es el sexto de los 10 pactos ━ Dijo él, acercando aquel pescado cerca de su rostro, levantandolo con una de sus manos al aire, tomándolo por la cola ━ Toda apuesta hecha de acuerdo a estos pactos debe ser siempre cumplida. Este pacto es ley según el verdadero Dios creador de nuestro mundo de Disboard ━

La pequeña híbrida de gato se encogió de hombros sobre su asiento, moviendo su cola felina de un lado a otro ansiosa, mientras miraba al muchacho con el ceño fruncido, un tanto berrinchuda.

━ Te destruire... la próxima vez te destruiré ━ Advirtió con seguridad la menor al mayor, mientras el rubio guardaba su pescado en su propio bolso.

Con un poco de aires de superioridad, el rubio cerro sus ojos  sonriendo juguetón ante su confianza al desafearle así.

━ ¿La próxima vez, eh? ━ Él abrió lentamente sus ojos, nuevamente viendola, suavizando su sonrisa, volviendo a esa calidez de antes ━ Si no pudiste ganarle a esos dos, no podrás vencerme a mí ━

La menor levanto alarmada sus orejas de tonos claros al escuchar esa respuesta. Por supuesto que sabía de quienes "dos" se referían. ¿Quién si no era su padre y tío?

━ Uh... ¿Conoces... a mi padre y mi tío? ━ Preguntó con grata sorpresa la menor.

El rubio acomodó el tablero de ajedrez, moviendo las piezas a su lugar perteneciente, sonriendo... de una forma extraña.

Sin embargo, no contestó la pregunta de la niña, al contrario, evadió ese pequeño punto. Solo solto una risa ante el tema.

━ Tengo una historia interesante para contarte en la próxima partida ━ Respondió el rubio ━ Como agradecimiento por este magnífico y maravilloso premio ━

La menor fruncio suavemente el ceño, sospechando de sus intenciones a esta situación.

━ Solo estas tratando de distraerme ━ Respondió ahora la más jóvende los dos, acomodando sus piezas del tablero ━ Pero si quieres hablar, habla ━

ᏍጎᏕᏰᎧᎯᏒᏍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora