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Su deseo de contacto humano siempre fue un problema para los planes que tenían para su vida. Siempre quiso seguir los pasos de su familia. Ante sus ojos, se trataba de un mundo totalmente nuevo, posiblemente divertido, así que estuvo encantada de aprender todo lo que ellos le mostraban. Si bien algunas partes las consideraba más complicadas que otras, nunca se rindió. Eso le hizo experimentar por primera vez la satisfacción que generaba ser consciente de ser el orgullo de sus progenitores.

Pronto, eso se convirtió en una necesidad que usaron en su contra. Cualquier actividad que ellos no consideraran algo "productivo" era motivo de regaño e incluso de castigos leves. Eso nunca fue algo que le asustara, por años creyó que eso era algo totalmente normal. Lo que sí le quitaba el sueño era la idea de no ser querida por sus propios padres, que ante el más mínimo error existía la posibilidad de perderlos, su miedo era tal, que estuvo dispuesta a caminar en la oscuridad con la venda en los ojos, después de todo, ellos le dieron la gran oportunidad de vivir, cuando nunca fue digna, debido a que no fue más que un parásito desde que tuvo memoria, su único camino a la redención fue la obediencia ciega y olvidar por completo lo que significaba vivir.

Todo eso le costó lo que debieron ser los mejores años de su vida, solo para descubrir que no lo valió,  y que incluso, bastaba con un insignificante error para convertirse en el ser más despreciable en su propia hogar y una total vergüenza  para cualquier persona ajena a ellos, esse tipo de miedo y confusión le afectaron más de lo que pensó, sin embargo, nunca dudó, al no tener otra voz a la que escuchar, consideraba las palabras de ellos como la verdad absoluta, ponía toda la culpa sobre su espalda, soportó todo ese dolor, sin recibir alguna palabra de consuelo cuando más las necesitó, eso realmente le dolió, quiso cuestionar ese supuesto cariño, pero no tuvo el valor para hacerlo.

Se acostumbró al amargo sabor de boca que la acompañó durante gran parte de su vida, este se había llevado sus lágrimas, para su desgracia, este también tomó cada uno de sus buenos recuerdos y nunca más volvió a saber de ellos, con el tiempo, fue olvidando lo que era experimentar una felicidad genuina, al punto de confundirla con una artificial, una hecha con puras palabras vacías, se maldijo a sí misma por haberlo permitido, más una parte de ella, consideraba que se trataba de algo justo, tampoco podía confiar en sus propios pensamientos.

Y el destino se apiadó, otorgándole la oportunidad de experimentar un nuevo, un deleite puro, fue como un despertar, eso le devolvió el deseo de ver más allá de todo lo que se le ha mostrado.

Fue tan bueno que no podía tratarse de algo real, quizá por eso intentaron alejarla de ello lo más pronto posible. Pero no lo entendía totalmente, en ningún momento se sintió herida, no hubo sangre, no se enfermó, nadie salió herido. ¿O si?

¿Acaso se trataba de un dulce veneno? 

¿O era algo totalmente distinto?



Homemade lollipops [Brawl Stars]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora