¡MALDITO SEAS ALASTOR! [Radioapple]

capítulo 10

"¿Niffty?" preguntó Husk al ver a la pequeña chica correteando de un lado a otro con cachivaches entre las manos.

La niña se detuvo de golpe, lo que provocó que algunas cucarachas muertas cayeran al suelo. "¡Gatito!"

"No corras así, te vas a lastimar" intentó replicar un tono reprendedor "De igual manera ¿qué planeas hacer con todo eso?" Señaló los artículos que la chica cargaba.

"¡Oh nada importante! Solo quiero hacer una gran fiesta de té para el chico malo supremo", vociferó entusiasmada.

"No creo que Lucifer posea tiempo para asistir, pero si te hace feliz, no voy a interferir"

"Uuuuaaaah no es para él, el señor Lucifer es el segundón"

"¿Alastor?"

"¡Él tampoco! Es mi chico malo favorito, pero su bebé me agrada más"

"...¿Bebé? ¿Cuál bebé?"

Un gruñido escapó de la jovencita "El hijo de Alastor y el rey ¿no es muuuuuy obvio? ¿De quién más estaría hablando?" Parecía tan tranquila que la revelación no sonaba tan importante.

El felino dejó caer la botella de alcohol; recién procesaba la información "¿Ah?"

"¡Aaaah gatito! Tengo que irme antes de que las cucarachas escapen del horno. Saben mejor cuando son asadas vivas"

"¿Qué?- Mierda no ¿de dónde sacaste que Alastor y Lucifer tienen un hijo?"

"Lo escuché mientras buscaba arañas en los ductos de ventilación. ¡Se llama Charles! Igual a Charlie, ME ENCANTA. Creo que es niño, pero una chica mala no suena mal ¿Te gustan las chicas malas?"

Husk quedo perplejo, dudaba en creer las palabras de la pequeña psicópata. No obstante, la última vez que afirmó ver al duo no se equivocó. Pero, ¿cómo era posible? ¿Un hombre embarazado? ¿Alastor y Lucifer? ¿Un bebé? Tal vez era algún error o quizás el rey era mujer, NADA cuadraba. Cuanto más buscaba respuestas, más se perdía. Niffty debía darle más detalles, si resultaba ser cierto... Ni siquiera podía imaginar lo que se avecinaría. "¿Qué más viste?" Se sumergió tanto en sus pensamientos que al volver a la realidad, se dio cuenta de que la chiquilla ya no estaba "¡Mierda! ¡Niffty!"

...

Pasos pausados pero firmes vibraban a través de los pasillos, el demonio radio realizaba su paseo matutino por el hotel, verificando que todo estuviera en orden. De vez en cuando se topaba con pecadores enfrascados en peleas entre ellos, lo cual era normal a esas horas del día. Claro, nunca intervenía, pues de por sí, era entretenimiento gratuito. Después de todo, necesitaba encontrar algo con qué distraerse, ya que cuidar al rey las 24 horas del día no era tan fácil como se pintaba. La semana pasada, tuvo que salvarlo de un pato fuera de control; tal parece que no todos los patos son tan amigables cuando se trata de comida. La cosa es que terminó con moretones en las piernas porque la muñeca le prohibió matar al estúpido animal. En fin, a veces una buena caminata ayuda más que un tiro en la cabeza.

"¡¡Alastor!!"

La voz aguda de la princesa interrumpió el sereno recorrido. "¿Mmh?" Se detuvo y centró la atención en la jovencita que corría como si no hubiera un mañana. Se veía bastante agitada  ¿Habrá sucedido algo? "¿Querida?"