🦋 22: El Golpe Más Grande.

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Jimin miraba desde una distancia considerable a la gente que estaba reunida alrededor del ataúd de Jeon Baekho. Sorpresivamente, sólo su familia estaba ahí, sus hijos, y su omega. Taehyung era sostenido por Jungkook, mientras que un Minki sollozante se afianzaba al brazo de Nayeon. Todos parecían destrozados. Eso le hizo pensar que quizás habían arreglado sus diferencias cuando el hijo mayor despertó de su coma.

Todo estaba ocurriendo demasiado rápido. Los ataques no paraban desde lo del mayor de los hermanos Jeon, luego lo de su propio padre, ahora lo de Jeon Baekho y también lo de Jungkook enterándose de la existencia de Soobin. Jimin no sabía qué estaba pasando, no sabía quien quería orillarlos a llegar a la locura, pero no podía evitar pensar que el golpe final se acercaba. Algo muy grande se estaba orquestando y por más que le daba vueltas no dejaba de llegar a la misma conclusión:

Quién fuera que estuviera haciendo eso, quería hacerles daño a Jungkook y a él.

Porque no tenía lógica que intentarán llegar a todos los miembros de sus familias o sabotearan al clan internamente sólo porque sí, pero a ellos nadie los tocara. No debería haber llegado a pensar eso, pero como toda la semana había estado sintiéndose igual de enfermo que el día que a su padre le dieron aquel disparo, él mismo Jihyun le había obligado a tomarse un descanso y ahora tenía mucho tiempo para pensar.

De nada le servía intentar descansar, Jimin no quería descansar. No tener nada que hacer le permitía pensar y sus pensamientos eran siempre peligrosos. O pensaba en que en cualquier momento iba a llegar el golpe final contra ellos, o pensaba en el hecho de que su corazón dolía como si de verdad pudiera partirse en dos. El hecho de que su alfa, el hombre que más amaba en el mundo siguiera sin dirigirle la palabra, ignorando sus llamadas y mensajes, era lo peor.

Pero por más destrozado que se sintiera porque Jungkook creía que era un mentiroso de lo peor, y que ya no le tuviera ni la más mínima confianza, Jimin nuevamente no podía dejarse caer. Nunca lo había podido hacer, por más mal que pudiera llegar a sentirse, no podía darse el lujo de dejarse derrotar porque tenía una razón para no hacerlo.

Soobin.

Su hijo necesitaba de él.

Su padre no estaba recuperado completamente, a pesar de que los doctores decían que iba bien, no era como que pudiera hacerse cargo de su nieto también. Yoongi se esforzaba por ayudarlo, pero tampoco era su responsabilidad cuidar de su sobrino. Jimin comenzaba a desconfiar de toda la servidumbre, por lo que esos días apenas y se había despegado de su cachorro.

Lo que fuera que estuviera planeando la persona responsable de todo eso, iniciaba con volverlos locos a él y a Jungkook. Y si ocurría otra tragedia, ya lo estaría logrando con Jimin.

Él ya estaba pisando sobre la cuerda floja.

—¿No te acercarás? —cuestionó la voz de Namjoon a su lado.

Jihyun le había pedido acompañar al omega porque ninguno sabía que pasaba por su mente en ese momento.

—No creo que sea lo correcto, quizás Jungkook hasta cree que yo lo maté —respondió mientras recargaba su espalda en el lado del vehículo en el que habían llegado.

—Jimin, él llegó a matar por ti —habló nuevamente el moreno con cautela, él también había pensado mucho esos días. —Estaba molesto, cualquiera se molestaría si se entera que su omega le ocultó a su hijo por cinco años, pero deben hablar, deben dar sus razones ambos...

—Yo le dí mis razones, pero él ya no cree en ellas.

Ambos vieron que comenzaban a cubrir el ataúd del líder del clan de los lobos del sol con la grava. El funeral estaba por terminar.

Butterfly Effect 𐦍 KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora