El fin del mundo | Chiara y Violeta

·Agua·

Chiara

20 de Noviembre 2024. Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez. 13:15

Estaba impaciente, y un poco loca también. Miraba el reloj cada diez segundos, Rus me dijo que me acompañaría pero canceló a última hora. El mensaje de Tana que me indicaba que habían aterrizado había estado dando vueltas en mi cabeza durante los últimos 25 minutos. ¿Por qué no salían? ¿Estaba en el aeropuerto correcto no? ¿Y si se habían arrepentido? ¿Arrepentido de que Chiara si vienen a ver a su hija?

Estaba a punto de escribirle un whatsapp a Tana para ver si todo iba bien cuando vi a la familia al completo salir por la puerta de las 'llegadas'. Sonreí al verles, me había colado en tantas videollamadas de la familia que sentía que les conocía sin haberles llegado a tocar nunca. Susana, la madre de Violeta salió corriendo hacia mí y yo abrí los brazos preparándome para abrazarla.

"Aii Kiki que alegría conocerte en persona por fin" sonreía apretándome fuerte.

"Ya ves Susana, es un placer por fin" le sonreí de vuelta soltando el abrazo. Di un abrazo fuerte a todos y cuando me vi ahí con ellos fui consciente de la ilusión que le iba a hacer a Violeta que su familia estuviese en la fiesta sorpresa que le había preparado. Cogimos un taxi hacia el hotel en el que les había reservado y una vez instalados les llevé a tomar unas cañas a un bar del centro.

Nunca me imaginé que conectaría tan bien con la familia de mi novia sin ni siquiera estar ella delante, se me pasaron volando las horas entre tapas y cervezas y para cuando me di cuenta la hora que era salí corriendo para recoger los globos de helio. ¿Me habría pasado un poco?

Violeta

24 de Octubre 2024. Edificio Las Golondrinas. 07:34

Canción: Agua - Valeria Castro.

No podía evitar sonreír al verla en mi cama dormida, la música del vecino del ático entraba por la ventana y yo disfrutaba de los últimos minutos que quedaban antes de que sonara la alarma y se tuviera que ir a clase. Por fin le había pedido que fuese mi novia. Sabía que no era más que una etiqueta pero me hacía ilusión mirarla y pensar 'esta es mi novia de verdad'. La manera en la que había conectado con Chiara para mi seguía siendo una incógnita, la primera vez que la vi me atrapó, el magnetismo que recorría su cuerpo entero me atrapó durante un año sin saber nada más de ella que su imagen, su cuerpo y sus movimientos. Justo un año después por arte de magía había aparecido en el piso de enfrente para convertirse en mi mejor amiga, mi alma gemela y mi novia en muy poco tiempo. Sabía que íbamos rápido, no era ningún secreto para nadie pero lo nuestro empezó mucho antes de que nos viésemos en este mismo edificio. Empezó ese 5 de septiembre de hacía un año, en una discoteca con una conversación que solo recordaba a trompicones. ¿Era una locura pensar que ella era mi persona? ¿La persona con la que estaba destinada a estar?

"¿Te gusta mirarme la cara?" sonrió aún con los ojitos cerrados.

"He descubierto que es mi cosa favorita en el mundo" le susurré besando con suavidad cada centímetro de su cara.

21 de Noviembre 2024. Edificio Las Golondrinas. 20:34

"Rus tía que es mi cumpleaños y Chiara me está esperando para salir a cenar" veinte minutos, VEINTE minutos llevábamos buscando una cejilla. Sí, estáis leyendo correctamente, una cejilla.

Al parecer Rus le había perdido la cejilla a un compañero de clase y tenía que encontrar una amarilla por qué así era la que perdió.

"No seas ansias que me has dicho que hasta las nueve no tenéis la reserva"

"Y son las ocho y media pasadas Rus"

"¿Cómo? ¿Cómo que las ocho y media?" Sacó el móvil corriendo respondiendo a un mensaje y de repente salimos del centro comercial corriendo ¿Qué se traían entre manos?