Una extraña visita

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Estaba levantándome de mi cama para ir a la universidad como un día normal, el día pintaba aburrido, igual que los anteriores, últimamente no me sentia motivado para nada, es decir me gustaba lo que estudiaba y me llevaba bien con los demás pero no me sentia completo.

Iba pensando en esto cuando al salir de mi casa para coger el bus me topé de frente con 3 personas extrañas, que no había visto en mi vida, iban vestidas con ropas muy extrañas, eran 2 hombres y 1 mujer, los 3 con aires serios y decididos, estaban allí plantados como si supieran perfectamente el instante en el que iba a salir de mi casa.

-Tomás, es de vital importancia que vengas con nosotros.- Comentó el que parecía el líder.

-Eh...Eso no es posible, tengo que irme,¿Quienes sois?- Dije confundido, no sabía quienes eran y no podía ir yéndome por ahí con todos los que me lo pidieran.

-Es urgente, tienes que venir, no es una pregunta, no te haremos daño.- Habló de nuevo el mismo.

Y claro yo no iba a fiarme, seguía delante de mi casa y iba a entrar corriendo, desvié mi mirada un momento, y pareció que se dieron cuenta de lo que pensaba, inmediatamente se organizaron sin decir nada y me cogieron y me ataron las manos, los tobillos y la boca para que no hablara, me metieron en un coche y se pusieron a conducir rápidamente.

Yo me retorcía intentando aflojar las cuerdas y poder escapar o hacer algo, pero no podía hacer nada, cada vez que me movía esas cuerdas extrañas se apretaban más, no entendía que clase de cuerda era para hacer tal cosa.

-Escucha Tomás, aunque te cueste creerlo te contaremos de dónde venimos y que queremos.-

Empezó a decir la mujer que venia con ellos, todos tenían ropas que no dejaban ver nada de ellos, pero por su voz hasta ahora diría que tanto la mujer como el líder del grupo eran adultos jóvenes, quizá un poco más mayores que yo, cuando me dijo eso paré de moverme, siempre he tenido mucha curiosidad y el tono que usó de alguna forma me hacía sentir que de verdad no me iban a hacer nada.

-Somos del futuro, concretamente de dentro de 40 años, es decir de 2064, hemos venido a buscarte porque en el futuro se ha hecho con el poder un dictador terrible, que ha exclavizado a millones de personas y matado a muchas mas en total, haciendo uno de los mayores genocidios de la historia, al nivel de Hitler.- Hizo una pausa y me quitó la cuerda que me habian atado en la boca, no grité, sabia que alli nadie me escucharia igualmente.

-Ademas.- Prosiguió la mujer. -Es culpable de crímenes de guerra y de haber empezado la 3ª guerra mundial, contaminado montones de regiones naturales, agotando los recursos y haber codiciado tantos bienes como ha podido, es un verdadero diablo en la tierra.- Finalizó al fin, yo estaba nervioso y no creia que todo eso fuera verdad, por eso me atrevi a preguntar:

-¿Como puedo fiarme de que eso sea verdad?- Dije, incrédulo, nunca creí en cuentos de hadas, ni mitos ni magia, ni siquiera creía en ningún dios, de hecho yo soy ateo.

-Sabíamos que no te fiarias así que tenemos una prueba.- Sacó de su bolsillo una camarita muy pequeña, que tenía pinta de ser muy cara, ciertamente parecía futurista, no había visto ninguna así nunca.

Empezó a mostrarme un vídeo, en el cual se veía una fecha abajo: "17/10/2064" era de hace 2 días atrás, pero 40 años adelante respectivamente, en el video se veía todo el paisaje gris y todo muerto y podrido, no habia hierba, no había pajaros en el cielo, y todo el mundo iba con máscaras de esas anti-gas que salen en las películas.

Sabía que esas cosas estaban hechas para que no se pudiera manipular la fecha, se lo habían dicho tiempo atrás.

Me quedé sin habla, si aquello era real, significaba que antes de 40 años el mundo entero se iría a la mierda, no me gustaría vivir en un mundo así, esto parecía ficción, aun estaba asimilando que los viajes en el tiempo y todo eso fuera real, me sentía muy confuso, y hice una pregunta que sin saberlo, me condenaría a un abismo de dudas y desconcierto.

-¿Y qué tengo yo que ver en esto?¿Por qué me lo contáis a mi y no a otro?- Dije, sabía que un día mi curiosidad me llevaría a meterme en un lío, y no sabía si ese día finalmente había llegado.

Ante la pregunta, los 3 se quedaron en silencio, se miraron nerviosos,y el otro hombre, con el que aún no había mediado palabra, el cual iba de copiloto, y se le veia mucho más delgado y debil que sus otros dos esbeltos compañeros.

Y respondió algo que lo desmoronaría todo:

-El dictador...Eres tú, Tomás el sanguinario.- Dijo serio, sin siquiera mirarme.







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Hasta aquí el primer capítulo de esta historia, lectores, si os gusta la historia me motivaría mucho a seguir escribiendo que votéis, comentéis o me sigáis, tengo muchas buenas ideas pero sin motivación suelo dejar los relatos a medias.
¡Gracias por leer! 🔥

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⏰ Última actualización: Mar 30 ⏰

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