Buenos Aires

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Buenos Aires,Argentina ,verano del 2018

––Nicholas vas cinco minutos tarde al entrenamiento, te pondrán en la banca si llegas tarde.

Mi vieja era una dramática, no íbamos tarde pero para ella ir justo a tiempo es ir tarde. Hoy se jugaba un partido importante en el club, según el entrenador habrían agentes internacionales de grandes equipos interesados de Europa en fichar a algunos de nosotros, yo era el diez del equipo y según todos tenía grandes posibilidades de debutar algún día en la mayores del club o inclusive en un equipo de Europa.

En tres segundos ya estaba abajo de las escaleras, y mi padre al pie de ella acaba de llegar del trabajo y como siempre apenas alcanzó a saludar a mamá, él debía conducir casi dos horas de las villas hasta el centro de la ciudad donde quedaban las instalaciones del club blue juniors, mis viejos me bancaron siempre, todos los padres sueñan con hijos médicos, abogados e ingenieros los míos solo querían verme feliz.

Lo primero que ves cuando entras al barrio Blue, es la esquina dorada y azul del mítico estadio de los Blue juniors, algunos dicen que tiemblan, otros que es el estadio más hermoso del continente y todos ellos tienen razón. Este estadio es mítico y su particular forma lo hace único y mágico, es un emblema del corazón Blue.

SalÍ disparado del coche de mi viejo para llegar justo a tiempo, la práctica acaba de empezar y yo apenas tuve tiempo de atarme los botines, cuando el grito del entrenador pidiéndome que empezara a calentar me escoció el oído, era un calentamiento general, correr hacia adelante, trotar hacia atrás, toque de balón desplazamiento, nada fuera de lo común, pero hasta el Presi del club estaba en las gradas del campo de entrenamiento y a su lado tres tipos que se veían como jugadores de fútbol retirados. Así que tan común no era.

-Jugarán hoy contra algunos de las mayores del club, decía el entrenador-- mientras a santiago mi compañero se le cae la baba al ver a entrar a nada más y menos que el defensor central y capitán del equipo, había estado de baja unos meses por lesión y apenas hace unas fechas volvió y ya estaba en su prime otra vez .

Nos saludó de besos en la mejilla como a colegas de toda la vida, era un blue en la cancha y fuera de ella, era un gladiador, ningún atacante pasaba si él estaba cerca, el hombre o el balón pero no los dos al mismo tiempo.

--Su misión es pasarlo a él y anotarle a nuestro guante de oro, como si ya no fuera suficiente, aparece con los guantes a medio poner el portero titular del equipo, quien había sido parte fundamental para obtener la última copa internacional del club.

--Que onda todo bien? saludo Bon el arquero

--Tomas, quien era el portero de la reservas del club, no dudó en saludar con un abrazo fuerte y sólido.

--El portero rival eh?? les apuesto la cena a que soy la valla invicta hoy

El portero de selección nacional y referente del club está retandonos, debemos estar soñando.

--aceptamos se oyó al unísono.

--No quiero decirles que está en juego hoy porque sé que lo saben, pero no dejen de divertirse aun así y recuerden que solos corren más rápido pero con compañía se llega más lejos. Dicho esto formen dos grupos.

Y empezó a decir nombres de quién conformaría cada equipo, hombre a hombre se fueron colocando en el lado y posición que jugaban en la cancha.

yo era el diez, el mediocampo era mi lugar y armar el juego era mi función, pero esta vez tenia que hacer un poco, debía ir al frente y tratar de anotar goles sin descuidar el juego colectivo del equipo, era un diez que jugaba un tanto retrasado y trataba de recibir el balón lo mas central que se pudiera para poder distribuirlo mejor, pero esta vez iría al ataque un poco mas de frente.

Primer tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora