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~ 16/04/1993 ~

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~ 16/04/1993 ~

La cafetería zumbaba con la actividad matutina habitual. Catfeine se movía entre las mesas, equilibrando bandejas de café y sonriendo a los clientes mientras preparaba sus pedidos. El aroma tentador del café recién hecho llenaba el aire, envolviéndola en una atmósfera familiar y reconfortante.

Entre el ajetreo y el bullicio, una chispa de inspiración surgió en la mente de Catfeine. Mientras vertía una taza de expreso, una idea comenzó a formarse en su cabeza— /¿por qué no organizar una salida con los chicos esta noche?\ —siempre era ella quien tomaba la iniciativa, y esta vez no sería diferente.

Decidida, espera a que su turno de trabajo termine, una vez acaba su turno se dirige al cuarto de los lockers, se acerca a su locker, lo abre y ve su campera. Pero antes de colocárselo, se quita el uniforme del trabajo y lo dobla, agarrar y se coloca la campera, deja el uniforme y cierra el locker. Una vez en la salida de la cafetería, saca su celular del bolsillo. 

Uno por uno, comenzó a llamar a sus amigos, empezando por Dogpressed, su mejor amiga— . . . Doggy~ ¿Como estas? —pregunta— Me alegra que estés bien, ¿yo? estoy excelente —responde alegremente— Oye dogpressed, ¿tenes planes para más ratos? —pregunta con entusiasmó— ¡Genial! Te invito a una salida con nuestros amigos —grita de emoción— Tú sabes que no me molesta ir a buscarte. Pero estate lista para cuando toque tu puerta, doggy —dice alegre— Daleee —termina la llamada—

Después de asegurar a Dogpressed, Catfeine llamó al resto de su grupo: Wimpin, Groddy y los demás. Con cada llamada, la emoción crecía, imaginando la diversión que les esperaba esa noche.

Una vez en casa, Catfeine se arregló rápidamente y seleccionó un conjunto adecuado para la ocasión. Satisfecha con su elección, salió a la calle y se dirigió primero a la casa de Dogpressed. La risa y la charla animada llenaban el aire mientras cada amigo se unía al grupo, creando una energía contagiosa.

Con el grupo reunido, se dirigieron al parque, encontrando un lugar bajo un árbol para sentarse y charlar. Los relatos del día llenaron la conversación, cada amigo compartiendo sus experiencias mientras el sol comenzaba a ponerse en el horizonte.

Cuando el atardecer tiñó el cielo de tonos dorados y rosados, Catfeine se puso de pie y digo con una sonrisa cálida— Bueno chicos, disfruté mucho esta salida con ustedes —mientras estiraba su cuerpo— Pero ya es momento de irnos —señalando que era hora de partir.

Hubo algunas quejas de parte de algunos amigos que no querían volver a casa. Groddy bromeó diciendo— Por fin podré volver a mi cueva y no tener que soportarlos más —Mientras que Floppy suspiro, y digo— Solo quiero volver a mi cama, estoy agotado —

Riendo ante las quejas, Catfeine los animó a todos a levantarse y sacudirse un poco. Juntos, caminaron hacia la salida del parque, continuando con su charla animada. Al llegar a la casa de cada amigo, se despidieron con abrazos y promesas de hacerlo de nuevo pronto. Finalmente, solo quedaban Catfeine y Dogpressed frente a la puerta de esta última.

El aire se volvió tenso mientras se acercaba el momento de despedirse. Catfeine miró a su amiga, esperando una reacción normal. Pero en lugar de eso, Dogpressed parecía susurrar algo inaudible, mientras jugueteaba con las llaves de su casa.

—"¿Qué dijiste?" —preguntó Catfeine, notando la expresión nerviosa de Dogpressed.

Dogpressed, visiblemente nerviosa, tartamudeó algo en voz baja antes de responder apresuradamente— ¡Nada! —respondió Dogpressed apresuradamente, antes de despedirse con un rápido "¡Nos vemos mañana!" escabulléndose dentro de su casa.

 Catfeine se quedó parada en la entrada por un momento, sintiendo una extraña sensación de incomodidad.

— ¿Mañana? —murmuró para sí misma, preguntándose qué podría significar eso.

Sacudiendo la cabeza para desechar sus pensamientos, Catfeine se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su casa, con la mente todavía llena de preguntas sin respuesta.

El aire fresco de la noche la envolvía mientras avanzaba por las tranquilas calles iluminadas por farolas. Las estrellas brillaban en el cielo oscuro, y el suave murmullo de la ciudad creaba una banda sonora reconfortante para sus pensamientos.

Al llegar a casa, Catfeine se despidió de la noche con un suspiro y entró en su hogar, lista para descansar.

Al llegar a casa, Catfeine se despidió de la noche con un suspiro y entró en su hogar, lista para descansar

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Palabras: 700

Susurros de Confusión (PAUSA INDEFINIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora