Ayman es un chico que tiene 19 años. Nació en Francia, pero cuando él tenía 7 años su padre los abandonó: a él, a su madre y a su hermana pequeña. Lo pasaron tan mal por la ausencia de su madre que la madre de Ayman decidió que era una buena idea mudarse a Barcelona.
Para Ayman fue muy difícil, ya que en Francia tenía toda su vida y todos sus recuerdos que pasó junto a su familia cuando todavía su padre estaba con ellos. Allí también dejaría a todos sus amigos, pero sobre todo dejaría a su mejor amigo, Moha, el cual se conocen desde que tenían 3 años.
Cuando llegaron a Barcelona le costó mucho adaptarse al nuevo colegio y a sus nuevos compañeros. Ya no era uno de los más listos de la clase, sus notas bajaron muchísimo a comparación con las notas de cuando estaba en Francia, todos tenían grupo de amigos, menos él. Sentía que no encajaba en ninguno, hasta que un día conoció a un niño, el cual conectó desde el primer momento, Pablo, que a día de hoy siguen siendo mejores amigos.
A los 16, cuando Ayman estaba en 4º de la ESO, él tenía muy claro que no llegaría a nada, porque sus notas eran muy bajas y no le daba para la media. Entonces decidió dejar los estudios y se puso a vender droga para poder tener dinero, él sabía que lo que hacía no estaba bien, pero era lo que había decidido. Un día Ayman había quedado con un chico para venderle droga, pero justamente cuando llegó el chico vino la policía y lo pillaron.
-Dame todo lo que tengas en los bolsillos y ven con nosotros a comisaría- dijo el policía cansado y cortante.
-No tengo nada, no he hecho nada.- dijo Ayman asustado.
-Sí, sí, seguro, eso es lo que dicen todos, venga, vamos.- dijo el policía
Ayman no sabía qué hacer, nunca lo habían pillado, hasta que ese día llegó. Intentó escapar, pero era inútil, ya que había tres coches patrulla rodeándole. Intentó convencer a los policías de todas las maneras posibles para no ir a la cárcel, pero evidentemente no era negociable y fue a comisaría.
Cuando llegaron a comisaría, Ayman estaba muy nervioso, nunca había estado en comisaría por este tipo de cosas. Después de 1 hora, los policías decidieron meterlo en la cárcel. Entre lágrimas, desesperado y sin saber qué hacer, entró a la celda.
Estuvo durante 1 hora o 2 recapacitando lo que había pasado y pensando en lo mal que lo estarían pasando su madre y su hermana pequeña. Decidió intentar escaparse de todas las maneras posibles, pero no pudo y pensó en intentarlo otra vez al día siguiente.
Por la noche a Ayman se le pasaron muchas cosas por la cabeza: porque había decidido este camino para el resto de su vida, porque no luchó por su sueño y muchas cosas más. Pero en especial y sorprendentemente la persona a la que más pensó no fue a su madre, ni a su hermana pequeña, sino a Ainara, la niña que fue su primer amor.
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El amor lo puede todo
RomanceCuando tenía 7 años todavía vivía en Francia con mi familia y todo iba bien, iba bien en el colegio, pero unos meses después mi padre nos abandonó a mi madre, a mi hermana pequeña y a mí, lo pase muy mal y mi madre decidió que era una buena idea irn...