Y como siempre, los personajes de Naruto no me pertenecen.
El día de clases por fin había llegado a su fin. Esto fue por un momento un gran alivio para Naruto, ya que todavía no se acostumbraba al entorno de su nuevo colegio.
Mientras tanto, para Ino el día había sido especialmente feliz, ya que gracias a su rubio amigo, había olvidado sus problemas con su rival y ex amiga, que casi siempre tenía a diario.
El reloj marcaba las 2:00pm, el sol se vio recubierto por nubes grises que eclipsaron el firmamento, la lluvia era inminente. Primero había sido una pequeña gota, luego otra más, después ya no eran gotas individuales sino millones de ellas.
El par de rubios corrió tanto como les permitieron sus pies, hasta que llegaron a la caseta que se encontraba enfrente de la escuela, la misma en la que en la mañana habían descendido del autobús.
-Por poco y no lo logramos- Naruto hablaba agitadamente producto de su carrera desesperada para escapar del agua- mira que terminar mojado en mi primer día de clases dattebayo!-
-Oh vamos, no exageres- rió Ino- en qué te puede afectar una pequeña llovizna?-
-Como que en qué?- inquirió Naruto exaltado- ¿que tal si pesco una neumonía? y por esa neumonía no vuelvo a la escuela y si no vuelvo a la escuela no volveré a verte y si no me vuelves a verte te quedaras triste y sola- dijo esto último en forma de pucheros.
-Exagerado- Ino rió y le dió un leve golpe en el hombro- además vendrías cuando te recuperaras de la enfermedad , o no?- volvió a sonreír.
-Tal vez- dijo Naruto en tono serio- si es que la neumonía no me mata-
-Vez como exageras?- dijo la rubia- ésto es solamente una pequeña lluvia de primavera-
En eso se oyó un gran rugido, producto de un trueno, el cuál causó que los rubios cubrieran sus oídos debido al ruido que había provocado.
-Decías?- inquirió Naruto muy divertido.
-Es solo una coincidencia- dijo Ino.
Ambos chicos rieron ante la ocurrencia de la rubia, pero otro Trueno hizo acto de presencia, solo que más fuerte que el primero.
-Kya!- exclamó Ino al mismo tiempo que abrazó a Naruto en un acto reflejo.
El rubio correspondió al abrazo de la chica, Naruto bajó la mirada y vio con ternura como ella escondía el rostro apoyándose contra su pecho, como una niña buscando el refugio de su padre.
-Y yo soy el exagerado?- sonrió acariciando los cabellos rubios de la chica- miren quien tiembla por unos pequeños truenos-
-Gracioso- respondió Ino encarando a Naruto.
Por primera vez en ese día, aquellos dos pares de ojos azules se encontraron, un par de azul intenso, hizo luz en otro par de azules celestes. Ino se ruborizó ante la mirada del chico y bajó de nuevo la mirada ocultando la cara contra el pecho de Naruto.
Naruto la vio con ternura, y colocó una mano contra la cintura de ella y con la otra la abrazó por la espalda, era la primera vez en todos sus años de colegio, que alguien le mostraba ese tipo de afecto, uno genuino y puro.
