⅖. la verdad sobre el trabajo de Vegas (entre otras cosas)

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(contenido delicado/
abuso físico y verbal)


Vegas.

A Vegas realmente le hubiese encantado salir de su facultad y no encontrarse con Tawan, pero ese no era el caso.

Estuvo alrededor de siete horas en la universidad, entre las clases, las reuniones del comité estudiantil y el hecho de que quería evitar totalmente a Tawan, fueron totalmente en vano, ya que seguía allí. Esperaba por él.

El muy imbécil estaba apoyado sobre el capó de su auto, hablando por su teléfono y lucía alguien muy importante y guapo con sus ropas de marca y su imponente altura.

Caminó hasta pasar a su lado queriendo ignorarlo, a lo que Tawan le sostuvo de la muñeca y lo pegó totalmente a su cuerpo.

—No quieres darle a las otras personas de que hablar, Vegas, te lo aseguro— le dijo Tawan colgando la llamada.—Saluda a tu prometido como es debido.

Vegas lo miró a los ojos lleno de odio, sabía que habían personas mirándolo, así que se alzó mínimamente para darle un beso rápido en la boca, pero Tawan lo apresó de la nuca y le dió un beso largo, mordiéndole el labio en una clara advertencia de que no estaba jugando.

—Sube al auto— le dijo al separarse.—Se llevaron tu moto a la mansión. Vamos a mi casa.

El Theerapanyakul tragó saliva y asintió, subiéndose al auto y cerrando la puerta con un poco más de fuerza de la necesaria. Tawan le siguió, cerrando la puerta y encendiendo el auto, subiéndole volumen a la radio, sabiendo que no había razón para hablar, Vegas no quería, nunca quiso hablar con él, y tampoco querría ahora.

El camino fue rápido, ya Vegas conocía la casa de Tawan, vivía en una de las mejores zonas residenciales de Bangkok, muy costosa y extravagante, incluso para Vegas, quien vivía en una modesta mansión. Tenía varios pisos, habitaciones de sobra, una piscina, diferentes balcones, un gimnasio, un sótano, y pare de contar.

Vegas y Tawan entraron a la casa, Vegas se dirigió a las escaleras para ir a la habitación que había sido asignada como suya. Tenía una cama intacta, ya que Vegas nunca ha querido dormir allí, un armario lleno de ropa y zapatos de marca, y un baño para él.

Dejó su bolso en el suelo, quitándose los zapatos y dejando la ropa sobre la cama, para adentrarse en el cuarto de baño. Vegas decidió tomar una ducha porque empezaba a sentir un poco de malestar, su garganta ardía y su cabeza dolía, tal vez fuera por el escape furtivo a la playa y el hecho de no haberse quitado el agua de mar de su sistema. El agua caliente se sentía deliciosa cayendo contra su piel, estaba disfrutando de su ducha cuando escuchó que la puerta fue abierta.

—Vegas.

—¿Que quieres?

Tawan se quedó unos segundos en silencio, Vegas sabía que estaba respirando profundamente para no caer en sus provocaciones.

—Ya te dejé la ropa que vas a usar en la cama.— le dijo.— Y el almuerzo está hecho. Después de comer, nos vamos al hotel.

Vegas no tuvo oportunidad de responder porque Tawan se retiró del baño.

Debían ser alrededor de las cinco de la tarde y Vegas sabía que por más que intentara comer algo, no podría hacer mucho, su estómago estaba hecho un nudo y la ansiedad estaba retorciéndole cada célula de su cuerpo.

No era la primera vez que iba a follar para cerrar un contrato, pero es que simplemente no quería hacerlo más, no podía permitirse estar totalmente enamorado de Pete y simultáneamente acostarse con otras personas, sentía que estaba traicionando su confianza, a pesar de que Pete ya sabía la verdad, Vegas no podía evitar odiarse a si mismo por hacer lo que hace.

(don't) let me go [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora