La mañana siguiente, la plantación se despertó bajo el sol abrasador del Caribe, pero en el corazón del joven ardía una llama de determinación. Mientras ayudaba a supervisar la cosecha de caña de azúcar como había ordenado su padre la noche anterior, su mente divagaba hacia los confines del mar y los misterios que aguardaban más allá del horizonte.El rumor de los esclavos trabajando en los campos resonaba como un eco distante mientras James se perdía en sus pensamientos. La injusticia de la esclavitud pesaba sobre él como una losa ya que muchos de los esclavos lo trataban como familia porque lo vieron crecer, pero sabía que desafiar las tradiciones arraigadas de su familia sería una empresa peligrosa.
Al mediodía, cuando el sol alcanzaba su punto más alto en el cielo, James se retiró a la sombra de un árbol centenario para almorzar. Mientras mordisqueaba un trozo de pan duro, una figura familiar se acercó a él con paso decidido.
Era Isabella (bella como le decía cariñosamente él), la hija del gobernador, con su cabello oscuro ondeando al viento y sus ojos brillando con determinación. A pesar de las diferencias sociales que los separaban, James y bella habían forjado una amistad clandestina desde la infancia, una conexión que trascendía las barreras impuestas por la sociedad.
-"James", dijo bella, con un brillo de intriga en su mirada. "He oído rumores sobre tus escapadas nocturnas. ¿Qué te lleva a los acantilados en medio de la noche?"
James apartó la mirada, sintiendo el peso de sus secretos sobre sus hombros. -"No es nada, bella. Solo necesitaba un momento de paz."
Isabella arqueó una ceja con escepticismo.
-"No me engañas, James. Sé que hay algo más que no me estás diciendo."James vaciló por un instante, debatiéndose entre la verdad y la mentira. Finalmente, decidió confiar en su amiga, sabiendo que ella era la única que comprendía la tormenta que rugía en su interior.
-"Está bien", admitió James.
-"He estado soñando con el mar, bella. Desde que era niño, he sentido una atracción irresistible hacia las aguas del Caribe. Pero mi padre nunca me permitiría seguir ese camino."Isabella le tomó la mano con ternura, transmitiéndole su apoyo silencioso.
-"Debes seguir tu corazón, James. La vida es demasiado corta para vivirla según las expectativas de los demás."
James asintió, sintiendo una chispa de esperanza encenderse dentro de él. Con el apoyo de bella a su lado, sabía que encontraría el coraje para enfrentar su destino con valentía, sin importar las consecuencias que pudieran surgir en su camino.
Esa tarde, mientras el sol se ponía en el horizonte y las sombras se alargaban sobre la plantación, James se retiró a su habitación con un nuevo sentido de propósito. El mar llamaba a su alma con una voz seductora, y él estaba decidido a responder a su llamado, sin importar el precio que tuviera que pagar, incluso si incumplía la misión que le dio su padre lo que supondría un viaje sin retorno.
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La Senda del Corsario
AventuraEs mi primera historia y no tengo experiencia escribiendo así que pido disculpas por mi escritura y mi agradecimiento por leerla, olvidando eso es una historia de aventuras sobre la vida de un joven que se adentra en el mundo de la marinería y el pi...