Capitulo 1.

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Lucifer suelta una bocanada de aire nervioso, mientras ajusta el pequeño arreglo de flores en su cabello intricamente trenzado. Sus manos tiemblan y, agradece los guantes de encaje adornados con lazos que ocultan ese hecho. Reordena el faldón a juego de su traje mientras entorna sus ojos por la ventana del carruaje. El camino transitado y la voz de su madre recordando una y otra vez las reglas de etiquetas con las que ha crecido es lo que resuena y lo acompañan. 

Lucifer se recuerda a sí mismo que tiene que conseguir un esposo, tiene que hacer su mejor esfuerzo, "para eso fue hecho". Ha entrenado toda su vida para este momento, para hoy, es el día que tanto ha esperado oficialmente. Para ser más específico, en esta fecha de tan importante magnitud los jóvenes omegas se deben presentar ante la reina, para así finalmente ser introducidos al mercado matrimonial. 

Si la reina le muestra su aprobación sus posibilidades de asegurar un matrimonio ventajoso incrementan extraordinariamente, y es lo que recae en sus hombros, debe hacer todo tan impecable como su madre le ha enseñado, y ha estado practicando con una tutora desde hace un año completo. Recuerda los pesados golpes cuando se equivocaba en un paso o se movia muy rapido, la frialdad en los ojos cuando sus manos temblaban de miedo, el escozor de su cabello cuando la reverencia no fue perfecta, y por su puesto, su latente miedo cuando le anunciaron "Debes aceptar cualquier orden, aun si debes casarte con alguien a quien odies".

Sin notarlo, su carruaje ya aparca afuera y la puerta es abierta por uno de los sirvientes. Primero lo ayudan a salir a él, y se hace a un lado con las manos enlazadas frente a sí aguardando que su madre dirija el camino como debería ser. Cuando se asegura estar tres pasos atrás, minuciosamente y de una manera que espera nadie note, parpadea sorprendido ante las magníficas decoraciones de la casa real. Si bien la mansión de su familia es inmensa, esta ocasión cree que sus creencias han sido reformuladas al tamaño. Ahora acompañado por su madre, ella frunce el ceño molesta. Y lucifer sabe porque, se supone que un miembro antiguo, y por supuesto alfa debe asistir con ellos, ese papel recae en su hermano mayor Michael, pero él no ha llegado, cuando temprano en el desayuno aseguro que los esperaría allí.

Y en esos momentos Lucifer no puede evitar sudar frío por muy poco refinado que suene, su hermano no se encuentra por ningún lado, y si se presentan sin un alfa, demostraran lo "poco importante" que es el omega que se busca desposar. Su mente formula mil y un escenarios donde ningún alfa quiere estar con él, lo rechaza o repudia por ese hecho, se supone que todo estaba planeado con antelación para evitar esos sucesos. Y Michael, no era la clase de alfa que faltaba su palabra, era sumamente cariñoso y estricto con él, pero jamás le haría algo que lo arruinara. Así que con pasos titubeantes observa detenidamente la entrada rezando al bendito dios que su hermano entrará allí.

Finalmente cuando los minutos pasan, y su madre también comienza a inquietarse, moviendo su anillo de matrimonio, Lucifer ya estaba temblando ante lo que seguro será una disputa familiar esa noche, su madre por muy refinada y carismática que sea, el látigo de cuero en su habitación cuenta otra historia, agradece que al ser un omega jamás haya sido testigo de su fuerza ya que una cicatriz en su piel quedará como una sentencia de muerte en su vida social, pero sus hermanos alfas pueden contar otra historia. Aquella sangre esparcida y los trozos de piel son recuerdos que lo acompañarán el resto de su vida. Lucifer sale de sus pensamientos, cuando Michael aun elegante, pero con una mirada de pánico por su retraso finalmente llega y ella, su amada madre, con un rostro arrugado de disgusto sabe perfectamente donde estaba, y aunque no le dice nada, le lanza una mirada. 

Lucifer solo quiere asumir que es porque aparentemente llego tarde. Solo eso.

Dicho omega, finalmente tomando el brazo de su hermano y con pasos lentos, meticulosamente preparados, se adentra al salon emocionado, observando todo y emocionado por aquella cadencia musical en una esquina, los demás omegas tanto hombres como mujeres, lucen extraordinarios y sus atuendos son diseñados únicos como el suyo. Uno que sea parecido a otro, sería otra sentencia que ameritaba la muerte en la sociedad. Su hermano los guía a un lado cuando la reina hace su entrada, y a pesar de su rostro agachado tiembla de emoción, simplemente está totalmente lleno de ilusión. 

Metáfora de sentimientos -RadioApple, Omegaverse-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora