One shot's de Jujutsu Kaisen con temáticas y shipp's a petición.
Entre los personajes del anime así como entre los lectores.
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OJOS DE DRAGÓN
La ceremonia de compromiso era en una semana, y aunque Satoru no quería casarse, no se opuso.
La hojarasca muerta crujía bajo sus botas de cuero que mantenía bien atadas hasta la rodilla mientras se alejaba de todas sus obligaciones que tenía como príncipe heredero, las cuales cada vez se volvían más y más pesadas.
Siempre le había gustado perderse un poco de todos aquellos asuntos reales que reclamaban demasiada atención, por lo que justo al despertar y en pleno silencio se vistió con las peores prendas que tenía, unas que guardaba para ocasiones como esta, que consistían en una camiseta de lana azul claro y un pantalón gris no demasiado vistoso, se ajustó a su cinturón de cuero viejo una espada que le quitó a uno de los guardias del castillo hace tiempo, y portó su capa de piel de oso negro para cubrirse de la ventisca de la madrugada.
Sin embargo, ese día algo se sentía distinto, incluso en el aire gélido que lo rodeaba.
Después de la junta con sus padres y algunos mayores de la Casa Targaryen donde acordaron su compromiso y fijaron fecha de celebración de este y de la boda, no era por gusto que corría adentrándose en el bosque tratando de calmar un extraño sentimiento que tenía en su pecho, una necesidad ardua que le quemaba el cuerpo y no se calmó hasta que llegó a un extenso claro donde encontró al último dragón que formaba parte del gran poderío de su Casa. Era viejo, muy muy viejo, y de un pálido color café moteado, sin embargo en cuanto Satoru lo vio sintió que podía respirar de nuevo.
Calmó su respiración agitada e hizo una señal de respeto hacia Dlakx, el dragón, que curioso fijaba sus ojos amarillentos en la figura larguirucha del muchacho que cada vez lo visitaba de forma más recurrente. Con mucha suerte el dragón se encontraría de buen humor y le permitiría a Satoru viajar en su lomo unos minutos, si tenía mala suerte entonces sus padres deberían dejar a Mei Mei o a Ui Ui de herederos, y eso por alguna razón no le molestó lo suficiente.
Dlakx se levantó con elegancia sacudiendo su enorme cuerpo, pero por única vez en algunos meses mostrando docilidad a lo que el príncipe no dudó en acercarse.
A pesar de ser alto, Satoru era incluso menor que el tamaño de una de sus patas. Con su mano pálida recorrió las escamas gruesas y rasposas del dragón, frías por el clima de finales de invierno y cubiertas de una escarcha ligera que las volvía resbalosas. Cada escama era del tamaño de su mano.
