PROLOGO

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|aviso|

Este fanfic va desde el capítulo 237 del manga, después de ese capítulo, las cosas dentro del canon podrían ser o no cambiadas dentro de la argumentación de la historia.

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Las tormentas pueden llegar a ser el desastre natural más poderoso si se les da el suficiente tiempo como para arrasar con todo, este tipo de desastre natural es uno de los causantes de mas muertes a nivel mundial, la humanidad no ha logrado lidiar con este desastre directamente apesar de la importante cantidad de vida que esta misma se lleva, los únicos lugares donde se esta condicionado sin riesgo alguno bajo una tormenta es bajo tierra, ya que ni siquiera los bosques son capaces de resistir estos fenomenos naturales, Sin duda las tormentas son realmente aterradoras


Y más cuando el ojo de la misma es un solo hombre

Utahime se encontraba detrás de una barandilla del metal al límite de la carretera que la separaba de una caída segura por un precipicio bastante considerable, la carretera era de dos vías, y al lado contrario de las barsndillas habia una enorme pared de piedra que constituia a una montaña.

Ella ya tenía un buen tiempo observando ese fenomeno, a pesar de todo lo que ella ya ha logrado ver, aún ciertas cosas le parecen increíble del mundo de la hechiceria, ella misma se considera una hechicera bastante buena y útil, pero parece que la vida no sabe equilibrar los dones que le dan a ciertas personas, ya que la brecha de poder en lo que el esta haciendo y en lo que el puede hacer va mas alla de lo justa, el es simplemente un mounstruo

interrumpiendo su labor, siente su teléfono vibrar lo cual ella sabe por la forma en la que lo acondicionó antes de llegar a ese lugar que la estaban llamando, así que sin apartar la vista del espectáculo toma el teléfono.

—Diga

—Como está el?

Al escuchar eso utahime suspiro angustiada —a este punto crees que yo lo sé? Estoy seguro que ni el lo sabe.

—sigue con la tormenta?

—Si, sigue en medio de la tormenta y intentando disiparla con el blanco, lo que me sorprende es que a este paso lo va a lograr.

—Lo que me sorprende a mi es que todavía no has hablado con el.

—es Satoru gojo de quién hablamos, lo resistirá, el ya maduro, no va a hacer algo lo suficientemente tonto como para que nos preocupemos.

—Lo mismo pensamos con suguru...

Un silencio incómodo se formó en la llamada, Utahime quien ya había apartado su mirada de gojo durante la llamada vuelve a verlo, está vez de una manera diferente, en vez de admirar su poder se compadecía de su soledad, ya que estaba en medio de una tormenta, solo, y sin saber cómo disiparla.

—Cuando suguru se fue...

Utahime rápidamente volvió a desviar su mirada para poder concentrarse más en lo que le estaban diciendo, ya que ella no solía hablar de ese tema con ella, ya que aunque shoko no lo admita, utahime sabe que a ella le dolió más que nadie la partida de suguru, y aún más su muerte.

—Gojo aparento estar bien, finjio que aquello no le afectaba, seguía haciendo sus bromas y molestando a los demás, y repetía una y otra vez que el era el más fuerte.

Utahime no pudo evitar sonreír en esa última oración, ya que es lo que el solia decir siempre que utahime le decia cuidado cuando el tenia que partir a alguna misión o simplemente se despedían, ella nunca lo admitiria pero siempre lo gusto esa confianza de gojo, aunque aveces fanfarroneaba demasiado.

—Pero Gojo lloraba hasta quedarse dormido.

Utahime las pupilas de utahime se achicaron, aunque rápidamente volvieron a su estado natural pero ahora con una expresión más seria, no esperaba oír eso sobre gojo.

—c-como lo sabes?

—porque yo estuve ahí, cuando se emborrachaba aunque no le gustará el alcohol, y cuando se desplomaba en el suelo de su habitación llorando porque apesar de ser el más fuerte no pudo salvarlo.

—......

—Iori, tal vez no lo parece, pero gojo no es tan fuerte como crees, el tiene miedo, y está vez, no podrá superarlo solo.

—.... Entiendo, te seguiré reportando lo que el haga, hablamos después.

—ayúdalo quieres? El necesita a alguien, adiós.

La llamada se cortó, pero en algún momento de está utahime pego su mirada directamente en el, la tormenta estaba cesando, y no porque estuviera acabándose, sino que gojo había encontrado la forma de disipar las nubes.

Ya había Sido hace una o dos semanas que han estado rastreando tormentas para que gojo pueda utilizar sus nuevas técnicas, aunque por supuesto no quiso comentar con nadie porque razón intentaba hacerlo bajo enormes tormentas arriesgándose hasta ese punto.

Utahime esto a pesar de ser un gran avance para gojo no era lo que estaba observando, sino al mismo gojo, que a lo lejos se veía solo como un punto, pero que sabía muy bien que cara tenía, ella realmente quería que el estuviera mejor, no por cortesía, ser su compañera o porque el hechicero más fuerte del mundo necesitaba estar en buenas condiciones, sino porque genuinamente quería verlo sonreír de nuevo.

Utahime termino por bajar su sombrilla que había mantenido todo este tiempo para no mojarse casi sin exito por la fuerza de la tormenta al ver que aquel punto que ella observaba se iba agrandando lo cual era la señal de que el ya se dirigia hacia allá.

Utahime subió a la limusina, esperando a Satoru dentro, y el conductor que estaba adentro del carro solo la miro por encima para confirmar que era ella, y que después de un momento el hechicero a quien esperaba se subiera a la limusina.

—rastrea la siguiente tormenta.

Su voz era mas grave que antes de aquel "incidente" aunque lo más notorio de la misma era su profundidad y el como no dormir bien le había destrozado las cuerdas vocales.

Sin más dilación el conductor obedeció y avanzó en un silencio tan familiar que ya dejó de ser incómodo, con la vista de una utahime mirando al frente y un gojo con su codo apollado en el posa brazos de la puerta para que así su mano pueda servir de apoyo para su cabeza mirando a lo que sea que este mirando a través de la ventana.

el conductor suspiro sonriente —los jóvenes de hoy en día— .

—Uh?

𝑺𝑳𝑨𝑮𝑶𝑵𝑬𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora