Fate: Delinquent's Grand Order (Hiatus)

Capítulo 5: Dominio del Verdadero Dragón

Con dos aliados a cuestas, el grupo continuó hacia la fortaleza. A pesar de que la mayoría de los wyverns se habían retirado, muchos de ellos todavía volaban, rápidamente cortados por todos mientras Siegfried y Georgios los cortaban fácilmente.

"¿Cómo se siente tu cuerpo, Siegfried?" -Preguntó Keiji.

El hombre blandió su espada un par de veces después de haber acabado con un grupo de wyverns. "No hay problema. Hagas lo que hagas, no siento ninguna dolencia negativa que me obstaculice. Si mis sentidos son correctos, será de gran utilidad expulsar a Fafnir".

"Eso es bueno. No soy el mejor cuando se trata de usar mis poderes de utilidad de esa manera. Soy más un luchador que un partidario". Asintiendo el uno al otro, Keiji luego se volvió hacia el santo. "Por cierto, Georgios, ¿ese es realmente Ascalon?" preguntó, mostrando mucho más interés de lo que algunos de ellos podrían haber pensado.

Georgios se detuvo. "Sí, ¿es tan sorprendente? Después de todo, esto es parte de mi leyenda".

Keiji sonrió ante eso. "Supongo que se podría decir que tengo algo de historia con esa espada. No he salido tanto a matar dragones, pero es una espada que ha sido realmente asombrosa. Por supuesto, se ve muy diferente ahora que ha sido mejorada. ".

'Así que Keiji-senpai ha estado en muchas aventuras que no conozco. Quizás debería preguntar sobre esto más tarde', pensó Mash, con Olga cerca y asegurándose de que su Shielder verificara su seguridad.

El santo asintió. "Ya veo, entonces tú mismo posees una forma de Ascalon. Qué fascinante. Entonces no debería haber ningún problema con estos wyverns. Eso es bueno, hay más que se dirigen hacia aquí. Parecería que el enemigo está consciente de que nos acercamos a ellos. ".

Artoria apuntó a Excalibur hacia el cielo, su Mana Burst surgió y se condensó mientras utilizaba Invisible Air. Un poderoso desgarro en el aire, maná condensado y su elemento soplando a través de ellos, quitando la piel de los wyverns en un instante, convirtiéndolos en trozos de carne y huesos. El aire resultante lanza sus cadáveres a distancias aún mayores.

"Acabaremos estando aquí todo el día si no aceleramos el ritmo. ¡Ahora es el mejor momento para darnos prisa!" Jeanne habló, reuniendo a todos bajo su bandera y cargando hacia adelante mientras se movían para cubrir la distancia más rápido.

Olga sintió que el cansancio comenzaba a golpearla mientras todos avanzaban más rápido. "¡Espera, soy un Mago! ¡No estoy hecho para esto!" se quejó, corriendo de todos modos, incluso cuando sentía que sus pulmones podían implosionar en cualquier momento. '¡Solo mi suerte! ¡Tendré que recordarles que no aflojen en ningún entrenamiento físico!'

***

Finalmente, al llegar tan cerca, una lluvia de wyverns fueron eliminados cerca. "Parece que hay más gente peleando", comentó Marie, y Mozart suspiró aliviado ante eso. No tuvieron ningún problema en derrotar a los wyverns, pero haberlo hecho demasiadas veces hizo que el acto fuera aún más monótono.

Un caballero envuelto en una niebla oscura rugió, un ruido ininteligible cuando dos wyverns se apresuraron hacia él. Uno de ellos cargó hacia adelante, sólo para ser sobrecargado y desgarrado salvajemente con un solo golpe bien colocado. El otro wyvern fue esquivado incluso cuando rozó al caballero. La sangre del primer wyvern caído fue ingerida por el caballero, curándolo mientras el otro wyvern gritaba al ser inmovilizado por la cola.

Antes de que el caballero pudiera dar el golpe mortal, una espada gris oscuro le cortó la cabeza; teniendo el borde de la cuchilla otra porción encima; una protuberancia curva, parecida a un martillo, que carecía de cualquier embotamiento que pudiera suponerse por su forma. "Mi trabajo como verdugo me llama, pero desearía que vinieran uno por uno".