ERES TODO MIO. [VENUS X TIERRA]

CAP.1 | ¡Qué linda pareja!

Tierra, el único planeta que tiene vida es el mejor amigo de Marte, pero en teoría, también es el mejor amigo de Venus.
  Durante mucho tiempo, Marte y Venus han estado juntos, siendo la pareja más querida por sus amigos. Tierra no fue excluido en eso de amar su relación pero, siempre se la pasaba diciendo 'chistes' como: "Ojalá poder ser Marte. Debe sentirse muy afortunado de tener a alguien como Venus, ¡ja, ja, ja!", "Si pudiera tomar el papel de ser pareja de Venus, ¡sería la persona más feliz del mundo!". Eso al principio llegaba a dar risa, pero poco a poco fue de, pasar de dar risa a incomodidad, más que nada porque Marte era el reemplazado de Tierra, cosa que intentó no darle mucha importancia.

DÍA NUEVO EN LA TIERRA, DÍA NUEVO EN LOS PLANETAS.

  Era un día normal y corriente para Tierra, yendo a visitar a Venus para darle un regalo por el día de San Valentín (Amor y Amistad). Llegó a su casa, tocó la puerta y esperó varios minutos. Pero, para sorpresa de Tierra, no estaba Venus allí, ni tampoco Mercurio, que era vecino de Venus. Recordó que Júpiter había organizado todo en su casa, por lo que se rió de lo estúpido que fue, yendo a la casa del gigante gaseoso.
  Llegó a la casa de Júpiter y tocó la puerta, esperando a que la abriera; Saturno fue quien abrió la puerta por el querido Tierra. Bajó la mirada y sus ojos se encontraron con los de él, sonriendo levemente.
—Oh, hola querido... Te estábamos esperando.— Dijo Saturno, dedicándole una dulce sonrisa a Tierra mientras se movía a un lado, abriéndole el paso.
—Hola grandullón, no falta nadie en la fiesta, ¿verdad?— Dijo Tierra con entusiasmo, deseando que Venus estuviera ahí, esperándolo como Saturno había afirmado.
—¡Claro, incluso Marte te está esperando!... Urano, Neptuno... Todos te están esperando; no pueden esperar a querer compartir sus regalos.— Había respondido Saturno, sonando emocionado mientras caminaba atrás de Tierra.
 

Finalmente, llegaron a la sala de estar donde estaban todos los planetas esperando a Tierra. Notaron al planeta azulado, y lo saludaron dándole un apretón de manos. Después de los saludos, todos comenzaron a compartir y abrir sus regalos. Venus le había dado a Marte un oso de peluche, y Marte le dio a Venus una pulsera y un collar con la inicial de él. Ambos se abrazaron, mirándose con amor y a punto de darse un beso en los labios. Pero, de repente, Tierra se interpone entre ellos, dándole la espalda a Marte mientras le da el regalo a Venus.

—¡Aquí tienes, diosa del amor y la belleza!— Le dijo Tierra a Venus mientras le guiñaba un ojo juguetonamente. Sin decir nada más, se alejó de Venus, yéndose sin siquiera darle un regalo a Marte.
   Venus miró a la caja con una ceja levantada, y en cambio, Marte sólo miró a Venus con tristeza. Por eso, Venus se acercó a su novio y lo abrazó, acariciando su cabeza suavemente.
—Tranquilo, amor... Seguramente se olvidó el regalo en su casa...— Dijo de manera tranquila y baja, intentando no asustar a Marte con su típica voz fuerte y ronca.
  Marte asintió con la cabeza, espectando el momento en el que Venus abre la caja. Venus abrió la caja, y adentro parecia haber... un peluche de Tierra. Ambos se intercambiaron miradas, antes de volver a mirar al peluche con curiosidad. No dijeron nada y Venus solo lo guardó en su mochila, se levantó del sofá y miró a Marte con una leve sonrisa.
—Ya vuelvo, querido... Voy a darle el regalo a Tierra, me había olvidado de eso.— Dijo Venus. Marte asintió con la cabeza, relajándose en el sofá a lo que Venus se iba a buscar a Tierra.

   Tierra estaba en el patio, charlando y bebiendo cerveza con los otros: Mercurio, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Se acercó a él y le golpeó ligeramente el hombro, dándole de resultado a que Tierra voltee hacia Venus y lo mire con una sonrisa.
—... ¿Pasó algo?— Dijo, esperando a ver si Venus respondía.
—Oh, no. Solo vengo a devolverte el favor.— Le respondió Venus a Tierra, dándole una bolsa con algo adentro.
—Bien... Oye, gracias.— Agradeció el planeta habitable mientras miraba a la bolsa, sin querer ver lo que hay dentro de ella... todavía.
  Venus solo asintió con la cabeza en respuesta, sin decir nada. Volvió a la sala y le agarró la mano a Marte y besó el dorso de ésta, sonriendole con amabilidad. Empezó a hablar de manera baja y coqueta.
—¿Vamos a casa?... Estoy... exhausto.— Dijo el planeta Venus, levantando una ceja con curiosidad, esperando a que Narte responda.
—Claro... Vamos. De todos modos, ya había hablado con Júpiter, diciéndole que pronto nos iríamos.— Respondió él. Comenzó a caminar hacia la puerta con Venus, para luego simplemente salir de la casa, caminando por la calle, con el sol poniéndose y los pájaros cantando por última vez en el día.
  El resto que quedó en la casa de Júpiter, también se fueron a sus casa horas después de que Marte y Venus se hayan ido, incluyendo Tierra.
  Tierra llegó a su casa, entró a su habitación y se lanzó a su cama. Inmediatamente agarró su teléfono y abrió el chat de Venus.