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.Ya abia pasado varias horas desde que iseei y Latia se icieron amigos, en estos momentos se encuentran terminando de ver los dibujos
-¡Es Increíble!, si que eres un gran artista Issei-kun- diría Latia con una sonrisa
-eh, bu-bueno gracias- diría el castaño un poco apenado por qué una chica lo está elogiando
- Hola niños. ¿Cómo están?-
Una nueva voz se había
manifestado en ese sitio, una voz
masculina y algo áspera. Issei giró
instintivamente su cabeza hasta la
dirección de esa voz, y cuando miro
su dueño preferiría no haberlo
hecho.Se trataba de un hombre,de por lo menos 40 años. Tenía cabello y barba castaños por hacer, y su característica más marcante era tanto su gran tamaño cuanto su columna vertebral, que parecía muy deformada y se contorciendo en ángulos raros. Sin mencionar que estaba prácticamente desnudo, con excepción solo de una pequeña pieza de piel que cubría sus genitales
El hombre estaba alejado a algunos
metros de los niños, sonriendo para
ellos.Por más que hacia un gesto
amistoso, el castaño no sentía
ninguna tranquilidad viniendo
de esa sonrisa, y cada célula de
su cuerpo le estaba diciendo para
alejarse de él lo máximo posible. Incluso los pájaros y los insectos
se habían silenciado, dejando el
parque en un profundo silencio.Issei buscó a Latia, y al encontrarla
la chica parecía estar petrificada,
encarándolo como si ese hombre la
hubiera asustado en demasía.Issei decidió controlar su miedoy
rápidamente guardó el cuaderno
en su camisa y se puso entre ese
extraño hombre y su amiga. No iba
permitir que le hiciera algún mal a
Latia.- Hola, señor. – Habló el castaño,
intentado controlar sus instintos
y entablar una Conversación. –¿Desea alguna cosa con nosotros?-- Solo un poco de ayuda, si es
posible. - Respondió, dando un
paso lento en dirección a ellos. -
Estoy con T-A-N-T-A hambre. No
como nada en los últimos días.
¿Podrían tener la gentiliza de
A-Y-U-D-A-R-M-E?-Esas palabras dulces no
combinaban con esa presencia
de agresividad y peligro que el
hombre emanaba. Issei sentía que
miraba tanto a él cuanto a Latia
como un depredador a su presa.
Y el hecho de estar se acercando
lentamente solo lo preocupaba aún
más.Mientras tanto, sin que Issei o
el hombre noten, Latia había
materializado un pequeño circulo
mágico de color verde-claro en
su oreja derecha, donde parecía
estar hablando en un tono bajo con
alguien desconocido. Tras escuchar
algunas palabras de esa persona
la chica asentio y deshizo su
medio de comunicación, pasando
a mirar su amigo con un misto de
preocupación y seriedad.- Si lo quieras, tengo un poco de
comida en mi mochila. Puedo
dividirla contigo.-- Agradezco la oferta chico, pero
Creo que no bastará. Mi hambre
es M-U-Y grande. Pero quizás tú y
aquella chica pueden ayudarme de
otra M-A-N-E-R-A.-Tras hablar esas palabras en un
tono tétrico, el hombre parecía
tener Convulsiones en su cuerpo,
Cosa que preocupó al chico castaño.
Tras algunos segundos notó que
sus miembros parecían alargarse y
contorcerse, como si fuesen hechos
de borracha. Incluso su cuello se
había alongado como si fuese una
serpiente, bien como los dientes
que antes le sonreían ahora estaban
creciendo y se multiplicando,
dejando su boca parecida con la de
un tiburón blanco.