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Los días habían transcurrido con rápidez a partir de ese momento, adaptándose a un nuevo ritmo de vida entre su trabajo y el crecimiento de su pequeña bebé. El ambiente laboral cada día se hacía mejor, contando ya con un pequeño círculo social con sus compañeros y compartiendo los almuerzos con ellos; a la hora de salida, lograba disfrutar de la emoción de recoger a su bebé de la guardería de la empresa y luego subir de su auto para dirigirse a casa. Había momentos que aún tenía altibajos, pero si de algo había aprendido en esas semanas era que no se encontraba solo y en cada uno de esos momentos su animado y divertido vecino del 511 lo había ayudado.

Noeul Nuttarat había llegado para mejorar sus días.

Por ello, había tomado el impulso de invitarlo a su departamento cuando había ahorrado un poco y, terminando de instalarse por fin, hacerle una pequeña fiesta a su hija por cumplir dos meses. No había podido hacerle nada en el primer mes, pero la recompensará con una pequeña reunión con sus seres queridos en este segundo mes de vida, esperando que en los próximos también tenga la oportunidad de celebrarla.

—¡Voy!—Gritó cuando escuchó el timbre de la puerta, comprobando que Smile estuviera segura en su portabebés mientras él terminaba de preparar el pastel. Limpió sus manos en el delantal que llevaba y abrió la puerta, sonriendo al ver llegar a sus compañeros de trabajo.—Hola, me alegro que hayan podido venir.

Sus compañeros, y ahora amigos del trabajo, Nunew Chawarin y Peat Wasuthorn, se encontraban frente suyo con respectivas bolsas de regalo con colores llamativos. Entraron saludando y se encaminaron a la cocina para saludar a la pequeña anfitriona de la reunión, la cual les sonrió cuando le hicieron gestos divertidos para llamar su atención.

Chaikamon miró el reloj y se preguntó si Noeul iría a su pequeña fiesta improvisada. Tenía emoción de poder presentarle a sus amigos del trabajo y a ellos poder presentarle a su vecino, además que su hermana y familia no tardarían en llegar y con ellos cerraría la lista de invitados de aquella noche. Apagó la estufa cuando probó por última vez la comida y guió a sus invitados al comedor, empezando a acomodar los respectivos lugares con los platos y vasos, mientras Nunew cargaba a Smile entre sus brazos y Peat se encontraba detrás suyo haciendo sonreír a la bebé.

(...)

Noeul se miró al espejo una última vez y frunció el ceño, poco convencido con su atuendo del día. Estaba llegando un par de minutos tarde, pero de todas maneras sabía que era a una puerta de distancia, así que estaba menos presionado con ello, excepto por la mirada de First en su rostro sobre el espejo.

—Vamos, Noeul. ¿Por qué te estás esmerando en lucir tan bien? Solo es el cumple-mes de su bebé, no es como si fuera un evento de gala o formal.—Sonrió divertido cuando lo vió quitarse la chamarra y lanzarla al piso, junto al resto del montón de ropa.

—¿Crees que estoy exagerando el asunto?—Se volteó a verlo con las dos cejas arqueadas, casi indignado por su comentario.

—Sí, son vecinos y realmente no estás saliendo de aquí, solo tienes que ir a tocar su puerta a lado y ya llegaste, inclusive podrías ir en pijama.—Habló con desinterés, levantándose de la cama.

Noeul casi lloró de frustración, acuclillándose en el montón de ropa mientras sufría de un colapso. ¿Por qué le estaba costando tanto salir de su departamento? First tenía razón, le estaba dando tantas vueltas al asunto de la ropa que ya no creía que solo fuera eso. Sabía que Boss había invitado a más personas, sentía la necesidad de quedar bien frente a todos ellos, pero también le estaba costando la tranquilidad que dejó de sentir desde que la tarde inició y un mensaje entró a su celular preguntando si asistiría.

Save my life // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora