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Boss había solicitado salir temprano aquel día de su trabajo, teniendo una primera reunión para conocer al abogado del que Noeul le había hablado apenas el día anterior, se encontraba nervioso por lo que podría suceder. Por suerte no se encontraba solo, Noeul lo había acompañado para darle apoyo y ayudarlo con Smile de ser necesario, entendía que todo ello estaba siendo difícil y no quería dejarlo solo.

Siendo recibidos por la recepcionista, los guió hasta una de las salas de reuniones, avisando que el abogado ya se encontraba ahí. Boss observó todo el lugar con cierta fascinación, sintiéndose levemente fuera de lugar porque las preguntas que estaban frecuentando el recinto vestían costosos trajes de diseñadores y consigo traían gente que los respaldaba, ¿Qué clase de abogado había conseguido Noeul? Ni siquiera le había preguntado su rango de precios, simplemente había confiado de manera ciega en su recomendación.

—Llegamos, si se les ofrece algo durante la reunión pueden hacérmelo llegar, estaré a sus órdenes durante su estadía aquí.—La mujer comentó con una sonrisa amable, señalando la puerta.—Pueden pasar, no olviden avisarme cuando salgan para saber de su resolución.

—Muchas gracias.—Noeul le ofreció una pequeña reverencia y observaron como se alejaba, perdiéndola de vista cuando giró hacía uno de los pasillos de la derecha.—¿Estás listo?

—No, pero no es como si pudiera hacer algo más.—Trató de sonreír, aferrando a la bebé contra su pecho.—Deberíamos de entrar.

Con un suave toque y confirmando que la persona de adentro los estaba esperando, Boss abrió la puerta para Noeul, siguiendo de él entrar antes de cerrarla detrás suyo. Tan pronto como giró, se encontró con dos intensas miradas, una correspondía a un señor de mediana edad que parecía ser el abogado que estaban recurriendo, y a un costado de él disponía una señora refinada, sin quitarle la mirada de encima en ningún momento.

—Buenas tardes, los estábamos esperando. Pasen y tomen asiento, así estaremos más cómodos conversando.—El hombre les sonrió, señalando los lugares al otro lado de la mesa.

—Buenas tardes, gracias.—Boss apartó una silla para Noeul, una vez que el castaño se sentó, tomó lugar a un lado suyo.

—Mi nombre es Mew, es un placer poder verle hoy, señor Chaikamon.—Tendió la mano en su dirección, estrechándola.

—Un gusto, gracias por recibirnos.

—El señor Nuttarat me estuvo informando un tanto de la situación, pero solicité esta primera reunión para que usted pudiera explicarme lo que sucede en realidad. Estoy dispuesto a ayudarle, pero necesito poder conocer bien el caso y cómo es lo que está llevando todo esto.

Boss observó con cierta duda a la mujer al costado del abogado, la cual no se había pronunciado como tal. Pensando que se trataba de algún supervisor que estuviera vigilando su trabajo, decidó hablar.—Hace tiempo, estaba en una relación con una chica, la cual conocí en mi anterior trabajo. Nuestra relación nunca pasó más allá de tener la etiqueta de novios, pero cuando nos enteramos que ibamos a ser padres, nos centramos en querer formalizar más y decidimos vivir juntos. Durante el embarazo, nunca noté algo extraño en ella más allá de hacerse la idea de estar esperando un bebé, le di todas las atenciones posibles y me aseguraba que no le faltara nada, ni a ella ni al bebé; el día del parto sucedió con naturalidad, estuve a su lado todo el tiempo y tuvimos entre los dos la presencia de Smile, pero las cosas se pusieron tensas cuando llegamos a casa. Los primeros días estuvimos tratando de acoplarnos a la vida de ser padres primerizos, no éramos perfectos porque nos encontrábamos aprendiendo, pero pensé que todo ello estaba bien. Tuve que regresar al trabajo porque no me otorgaron como tal una licencia por paternidad, pero no tuve problema porque me aseguraba que estuvieran bien mientras yo me encontraba fuera de casa, en ocasiones sus padres iban a visitarla o mi hermana, así que no me preocupaba tanto.

Save my life // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora