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Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ

Madelaine:

Iba paseando por La Push juntó con mi mejor amiga, Sabrina.

-¿Acaso no notaste como esos chicos de la escuela crecieron y se pusieron musculosos?

Cuando algo pasaba en la reserva, el chisme no tardaba en correr de boca en boca.

-Si, los ví en la cafetería. Es cómo si fuera magia... increíble que de un día para el otro hayan pegado ese estirón -comenté.

-Tal vez usan sustancias ilegales...

Sabrina y yo nos sentamos en arena de la playa La Push.

No importaba cuántas veces fuera, siempre me quedaba hipnotizada por el compás de las olas.

-Maddy, mirá quiénes están ahí -murmuró Sabrina, entusiasmada.

A la playa iban llegando los chicos fornidos de los que tanto se hablaba en la reserva: Sam Uley, Paul Lahote, Jared Cameron, Jacob Black, Quil Ateara y finalmente Embry Call.

Ellos reían entre sí, mientras comentaban cosas.

Realmente todos eran bastante atractivos, pero el que siempre había llamado mi atención fue ese tal Embry.

Nunca habíamos cruzado palabras, ni siquiera una mirada. Pero Embry tenía algo...llamativo. Tal vez era su peinado, sus ojos, sus labios...

-A mi me gusta Jacob Black. Es el más apuesto de todos -dijo Sabrina, mientras se mordía el labio inferior.

Reí y negué con la cabeza.

-¿Cuál es el más guapo para ti?

Medité su pregunta, aunque ya sabía muy bien la respuesta.

-Ese tal Embry.

Sabrina se hechó a reír abiertamente de mí, y entre carcajadas se burló de mí:

-Tienes unos pésimos gustos.

Para mí Embry era atractivo, pero para mí amiga no. Bueno, la belleza es subjetiva.

-Ojála Jacob se fije en mí -comentó Sabrina.

-¿Ese no está con esa chica pálida que siempre anda por la reserva?

-No lo sé...

Supé que algo estaba tramando cuando ví el rostro de mi mejor amiga llenarse de picardía.

-Te reto a acercarte a ellos y preguntarle a Jacob Black si sale con esa paliducha.

Rápidamente negué con la cabeza.

-¡Van a tratarme mal!

-Te doy diez dólares si lo haces.

El dinero era dinero, así que decidí arriesgarme.

-Todo sea por esos billetes.

Me levanté de la arena y comencé a caminar hacia dónde estaban Embry y sus amigos a paso lento.

Ellos ni siquiera se percataron de mi presencia, o tal vez sí pero me ignoraron, hasta que con un poco de inseguridad le toqué el hombro a Jacob Black.

Todas las miradas se fijaron en mí.

Mientras mis manos temblaban, miré a uno por uno a los ojos.

Cuando mis ojos chocaron con los de Embry, este se quedó paralizado unos instantes, y posteriormente cayó en la arena ante mi, comiéndose toda la arena con el lado derecho de su cara.

Embry:

Con la manada decidimos ir un rato a La Push, aunque me sorprendió que Sam quiso ir, siempre me había parecido muy aguafiestas, aunque seguramente lo era para aparentar esa fachada de alfa duro y responsable.

Jake recientemente había tenido su transformación, así que ya no me sentía tan solo.

Nos estábamos divirtiendo mucho, sin prestarle atención a lo que pasaba fuera de nuestro círculo de metamorfos.

Nos percatamos de la presencia femenina, ya que todos oímos como le tocó el hombro a Jake con nuestros oídos de metamorfos.

Ella nos repasó con la mirada, y cuando mis ojos capturaron los de ella, todo tuvo más sentido.

Desde ese momento yo viviría para ser lo que ella necesitara.

Iba a protejerla, respetarla, admirarla...

Ella era mi sostén en la tierra.

Todas las relaciones importantes en mi vida como mis amigos de manada, mi madre...ya no tenían sentido.

Jamás se iban a comparar con aquella chica de tez morena por la cuál caí de cara en la arena de la playa.

-Oh, creo que Embry ya la encontró -mencionó Paul, sacándome del hechizo en el que me tenían esos ojos castaños que ahora me observaban con confusión.

Me había imprimado de esa chica que no conocía.

Ahora ella era todo para mí.

-Cr-creo que...a-... adiós -se despidió ella tartamudeando, mientras se alejaba.

-Felicidades hermano, te imprimaste de alguien -dijo entusiasmado Jared.

Yo seguía mirando fijamente a aquella chica que ahora se encontraba charlando con su amigo sobre lo que acababa de pasar.

Ella creía que yo era un psicópata, y tenía sus razones.

-Tranquilo hermano, lo mismo me pasó con Kim -me consoló Jared, dándome una palmadita en el hombro.

-¿Alguien sabe quién es...ella? -pregunté.

-Ella es Madelaine Green -me informó Quil.

Mi impronta y su amiga se marcharon de la playa, hechandome miradas que daban a entender que les daba miedo.

Genial, ya la había asustado.

-Tengo que hablar con ella...

-Creo que en cuanto te vea va a llamar a la policía, amigo -se burló Jake.

-Sam, ¿Sabés en qué parte de la reserva vive?

-Si. Quédate tranquilo, muchacho. Vas a encontrarla.

Madelaine:

Terminé de cenar y mis padres se fueron a dormir.

Arrope a mi hermanita menor, Jules, y fuí a la cocina a lavar los trastes

𝐂𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 | 𝐸𝑚𝑏𝑟𝑦 𝐶𝑎𝑙𝑙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora