III

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𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚝𝚛𝚎𝚜

Madelaine:

Luego de darle un baño a Jules, el teléfono de la cocina finalmente sonó.

Desde la otra línea Craig habló:

—Hola bebé, lamento no haber respondido a tus llamadas...

Fruncí las cejas aunque el no podía verme.

—¡Casi diez llamadas, Craig! ¿Que estabas haciendo como para no responderme?

Craig pareció pensar bien la respuesta, cosa que alimentó más la mala sensación que poco a poco se expandía por mi pecho.

—Es que...mi padre me pidió ayuda con algo —explicó con la voz un poco dudosa.

Suspiré, como si el aire me diera más paciencia.

—Está bien. Pero la próxima te mató —le advertí.

Craig rió desde el otro lado de la línea. Aunque fue una risa un poco nerviosa.

—Yo...¿Te dije que está noche daré una fiesta en mi casa? —Tragó saliva.

—Nunca me dijiste nada. —Entre cerré los ojos pese a que el no podía verme.

—Lo siento, chiquitina. —Otra vez ese tonto apodo—. Estuve muy ocupado hoy...pero vendrás, ¿No?

Craig sabía que no me gustaban mucho las fiestas.

—Craig, sabés que no me gusta ese ambiente...

—Oh, vamos chiquitina, se una novia normal y social por una noche...

Blanqueé la mirada.

—Por favor —suplicó, y hasta sentí que había puesto su cara de cachorro sin siquiera verlo.

—Craig...

—Te daré lo que quieras. Un acostón, un helado, un paseo al lugar que tú quieras...

Reprimí una risa.

—¿Crees que con eso vas a converserme?

—Te prometo darte el mejor acostón de toda tu vida.

—¿Porque siempre llevas todo a ese lado? Eres un pervertido.

—Te daré veinte dólares.

Era un trato justo.

—Está bien —me rendí.

—¡Genial! La fiesta es a la diez.

—Todo por esos veinte dólares.

Craig rió, y posteriormente se despidió, dando por finalizada la llamada.

☔︎

Después de literalmente dar vuelta mi armario para encontrar algo decente para ponerme para la fiesta de Craig, encontré en el fondo un vestido lila con lentejuelas que ni yo sabía que tenía.

𝐂𝐚𝐬𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 | 𝐸𝑚𝑏𝑟𝑦 𝐶𝑎𝑙𝑙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora