Capítulo 30

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[Este capítulo contiene un poco de contenido (+18). Así que, si no te gusta leer estas cosas, puedes comenzar a hacerlo luego de este símbolo "Ⓢ". ]

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30|And you love me.

I like it when you take control
Even if you know that you don't
(Me gusta cuando tomas el control, incluso cuando sabes que no lo tienes)-Bad Guy. Billie Eilish.



Drew

Me apresuro a caminar de su mano por los pasillos del lugar. Volteo un momento para mirarla caminar tras de mí. Ella observa las miles de personas del equipo que caminan de un lado a otro sin prestarnos demasiada atención.

—Oye, ¿a caso dijiste que Marcos te contó todo?—la escucho preguntar.

—Discutíamos, dijo que estaba demasiado distraído y que necesitaban que me concentrara. En algún punto la conversación llegó a tratarse sobre ti. Él se quedó en silencio, lo que me confirmó que sabía algo que estaba ocultándome. Yo... tal vez le dije muy amablemente que me lo contara—sonrió con inocencia.

Okey, lo había obligado, pero ella no tenía por qué saber esa parte.

Sin embargo la veo dirigirme una mirada de esas que siempre hace cuando sabe que alguien está mintiéndole. Pero no dice nada.

No me sorprende encontrarme a Anye justo fuera de la puerta de mi camerino. Tiene una mano elevada como si estuviera apunto de tocarla, pero se detiene al verme acercándome.

—¿Qué hace ella aquí?—sus cejas se fruncen al notar que no vengo solo—. Va a distraerte más de lo que ya lo estás

—Solo hablaremos unos segundos—digo.

—Cinco minutos, Drew, les daré solo cinco minutos para que resuelvan toda su extraña pelea—me advierte anotando algo sobre los papeles en su mano.

Cinco minutos eran suficientes para hablar con Addy y aclarar casi todo.

Abro la puerta de mi camerino y la invito a entrar. Ella lo hace y cierro tras de nosotros.

Por un momento pensé que se detendría a mirar algo, a decir algo, pero en el segundo en que me volteo hacia ella. La siento tomarme de la nuca y acercarme a sus labios.

Su arrebato me toma por sorpresa, pero no tardo en seguirle el beso con la misma intensidad.

Mi boca saborea la suya con desesperación. Una de mis manos va a su cintura y la hago retroceder hasta que siento como choca contra la mesa del enorme tocador. La levanto de los muslos y la subo en ella, sin apartarme de su boca.

Mis manos llegan a sus rodillas y lentamente separo sus piernas para meterme entre ellas.

Tenía tanto tiempo queriendo besarla que ahora que la tengo aquí, no puedo parar.

Ni siquiera puedo pensar en que deberíamos hablar las cosas antes de hacer esto, en que deberíamos aclarar todo, y mucho menos puedo pensarlo con ella besando así la piel de mi cuello.

¿Por qué se siente tan bien? ¿Por qué me siento de esta manera al tenerla conmigo?

Había visto la sudadera azul oscuro que llevaba, sabía que era la que yo le había dado ese horrible día.

Amo como le queda, pero no me contengo al llevar las manos hasta el borde de esta y un segundo después, sus pechos están al aire, expuestos para mí. Ella jadea en mi boca cuando comienzo a tocarlos y pellizco ligeramente la punta de ambos pezónes erectos.

Como un rehén (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora