•-• CAPITULO 4 •-•

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EL NOMBRE

-No pequeña, aún no es momento de que sepas mi nombre - sus palabras resonaban en mi cabeza.

- Tierra llamando a Jaqui, ¿Estás ahí?- dijo mientras tomaba los dedos en frente de mí.

- Si, si, estoy bien, solo me desconcentre un poco.- le dije sin apartar la mirada del chico así que ella decidió ver qué me desconcentraba y lo vió.

- Oye, ya se que el chico es algo atractivo, pero al menos disimula hermana.

- No es eso, si es atractivo, pero no, el es el chico que me salvó anoche.

- Deberías ir a agradecerle. -

-Lo hice, pero el fue muy grosero anoche. - dije en tono digno, el chico camino hacia la entrada y cuando estuvo a unos pasos de nosotras dijo, - Vas a llegar tarde si sigues admirandome-, Es un engreído, pero que era lo que me esperaba que fuera gentil y amable, claro, ya casi va a ser ese tipo así.

- Ni que fueras una obra de Picasso o un libro para admirarte -. El chico dió una sonrisa de lado y yo tenía mi cara retadora.

- Pues entonces soy tu obra de arte para que me mires como tonta enamorada. - no me dió tiempo de defenderme porque el ya estaba caminando a la escuela.

- Bueno Camille, deberíamos entrar, ¿En qué salón quedaste?. - me gire a mi hermanita para que no hiciera preguntas acerca de ese tipo porque no quería saber nada de él.

- Salón 5 "A",- me respondió.

- Yo voy en ese salón, deberíamos irnos, nos toca el profesor Mitchell de física y no deja pasar cuando llegamos tarde. - le dije tomándola del brazo para entrar.

- Bueno y a todo esto, ¿Cómo llegaste aquí a Portland?, ¿no se supone que vivías en New York?.

- Si, pero mis papás se están divorciado y mi hermano no quiso que pasara por ese proceso en dónde discuten y todo eso, asi que mejor me trajeron aqui con mi abuela.

- Bueno, al menos estarás en un lugar mejor hermanita.

- Lo sé, pero cuando me vaya a la universidad las cosas van a cambiar, pero no pensemos en nada triste.

Llegamos al salón y al lado de mi asiento había uno vacío, así que Camille se podría sentar junto a mi, pero cuando entramos vi a ese chico sentado en mi lugar.

- Disculpa, yo me siento aquí, podrías moverte a otro lado por favor - le dije de manera educada.

- Y si no me quiero quitar, ¿Qué harás?- dijo el con arrogancia.

- No haré nada, pero te estoy pidiendo el favor de que me dejes mi lugar -

Este tipo acabará con mi paciencia.

- Me gusta este lugar, no me quiero quitar.

- Por favor, solo te estoy pidiendo que te quites de ahí.

De momento llegó el profesor y el salón se quedó en silencio, pero yo aún seguía de pie.

- Señorita Baker, podría tomar asiento por favor - dijo el señor Mitchell.

- Mi nuevo compañero está en mi lugar.

- Pues tome el lugar que se encuentra atrás.

Yo siempre me siento al frente debido a que no veo, y no uso lentes porque me molestan por todo y con lentes las cosas serían peor, pero no quise discutir con el profesor así que me dirigí ahí.

La clase transcurrió y no entendía nada, y los ejercicios que había copiado estaban mal, me tenía que andar asomando a cada rato para poder ver, y el chico misterioso se asomo para verme y una sonrisa de burla salió de sus labios.

"SUEÑOS LASTIMADOS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora