-Se sentía nerviosa, el miedo a la muerte la invadía noche tras noche. Así que respiró profundo para recordar que seguía con vida.
-Esta noche soñé, no es algo común que recuerde las cosas que sueño, pero hoy recordé, y en mis recuerdos estabas tú, tan alienado de todos, tan violento, tan poco atractivo a los ojos de los demás, pero en aquella fiesta estaba yo, yo y tú en azul
Azul que cubrió el paisaje.
Hablamos y te comprendí, comprendí tu rabia, tu belleza, ese atractivo que a tan pocos nos interesa, misterio característico y una historia de sufrimiento por detrás que desearía seguir escuchando. Escucharte comprenderte y consolarte.
Que pena que fueras tan solo un sueño.-Nunca pensé que era fuerte, Pero ahora estoy corriendo, como un caballo salvaje. No me importa lo que piensen los demás, Mi mente está en llamas, y no hay nada que pueda detenerme. He estado encarcelado por mucho tiempo, En esta celda que llamo cuerpo. Intenté escapar, pero siempre me alcanzaba.
El mismo monstruo . Intenté ocultarlo, hacerlo desaparecer, Pero cada vez que lo hago, siento que me muero.
Es como si me estuviera comiendo de adentro hacia afuera Y no hay nada que pueda borrarlo. Me despierto cada mañana con su llanto, Su voz hace eco en mi cabeza.
No quiero escucharlo más.-Nacidos hijos de una madre que nunca rogó por perdón.
Inocente dispuesta a compartir su milagro.
Insumisa cuidando a los hijos egoístas de Dios.
Caída de un cielo sin fin. Destinada a crear la piel.
Se recostó en el fuego que quemaba sin piedad su anatomía.
Los a rodeado con sus brazos montañosos, Poblados de árboles robados del jardín del Edén.
Hijos vivid en libertad,
Musito de forma debil.
Oculta en su creación.
En todo manifestada.
Gaia.-Vida, muerte, placer, tan efímeros que parece que se escurren entre los dedos como arena, desbordando a un ser y con el poder de llevar a uno a la locura. Enemigos de la cordura y el razonamiento humano.
-Ayer lloré, lloré y le pedí al universo que me hiciera bella, lloré toda la noche, y fue inútil, porque continuo dándole el mismo miedo a quien me mira. El mismo miedo que siento al mirarme en el espejo.
-Mirar por la ventana, la actividad favorita de Ángel, sus penetrantes ojos azules miraban a María. María de su misma edad, color de piel e incluso misma estatura. Pero si eran tan iguales, ¿por qué ella estaba encerrada en aquella cajita?
Fría y blanca, era pequeña, pero a los ojos de la niña parecía infinita, incluso le daba algo de miedo. Con solo una ventana, tenía aquel olor a hospital, olor a enfermedad.
Venían sacerdotes de iglesias y los mejores especialistas. Pero aquella niña seguía repitiendo cosas extrañas “él me protege ” decía una y otra vez.
María a su vez no entendía porqué estaba ahí. A su corta edad de cuatro años no lograba comprender qué es lo que estaba mal con ella. Tampoco entendía porque todos los días recibía visitas de los monstruos de bata blanca. Pero ella no tenía miedo, Él la cuidaba y con Él no se refería a Ángel.
Cosa que también era extraña para la rizada. ¿Le tenía miedo? Sí, pero también sabía que si abría sus ojos él se iría, al mismo tiempo María no quería que Él se fuera. Él la hacía sentirse segura.
Hoy había tenido otra visita de los monstruos de bata blanca, se sentía exhausta, así que decidió irse a la cama.
Mientras tanto Ángel seguía observándola, dormida, como siempre.
Sentía curiosidad hacia ella, pensaba María cada vez que lo veía observándola, pero esto solo fue otra mentira que la dormida cabeza de María inventó para darle sentido a lo que pasaba afuera, afuera de su imaginación, fuera del mundo ficticio dentro de la mente de la pequeña.
“Él” tenía una máscara blanca con detalles rojos, parecida a la de los carnavales venecianos.
El primer día que apareció le prometió cuidarla, cuidarla de todo, cuidarla del mundo. Por ello nunca la dejo despertar.
La pequeña María vivía dormida desde hacía diez años, diez años en los que Ángel la había estado vigilando. Hasta que ese día recibió la orden del pequeño enmascarado de que acabara con el sufrimiento de María.
Ocho de noviembre de 2008 el día en el que María durmió. Mientras daba un paseo en auto con su familia fueron atropellados y María se desmayó. Fue ahí cuando Él le preguntó a la pequeña si quería ser protegida y al está responder qué sí, la hizo dormir. Dormir para no ser dañada por este mundo tan cruel.
Dieciocho de diciembre de 2018 Ángel se dirigió a la máquina que mantenía con vida a María y la desconectó. Por fin estaría segura.
Este pequeño de extraña apariencia aparece en los sueños de los niños y les promete protección. Luego con la ayuda de su hada Ángel no los deja volver a abrir los ojos nunca más.
Dejando atrás familias desesperadas buscando una solución al coma de sus niños.
Yo Soliban narradora de esta historia llevo buscando una respuesta a este enigma, con una única pregunta detrás ¿Quién es “Él”? Llevo indagando entre antiguos archivos, libros e incluso he ido a museos buscando una respuesta. La conclusión a la que he llegado fue que "Él" es un viejo espíritu, uno que sufrió mucho en el pasado, que fue maltratado por adultos de pequeño y que ahora busca ayudar a los niños, como una especie de Peter pan llevándolos a su nunca jamás o en este caso a la muerte donde no podrán ser dañados nunca más por el mundo adulto.
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Escritos de una nena de la Gen z
PoetryTodos los guiones marcan un texto nuevo, no son historias continuas, pueden ser escritos, cuentos o poemas.