Escritos de una nena de la Gen z

2024

-Nacieron de una madre que nunca imploró perdón,
Inocente, compartiendo su milagro con devoción.
Insumisa, cuidando hijos egoístas de Dios,
Caída de un cielo sin fin, forjando la piel con ardor.

Descansó en el fuego que consumía su anatomía,
Sus brazos montañosos abrazaron con melancolía.
Árboles robados del Edén adornaron su abrazo,
Gaia creó un refugio donde la libertad es un lazo.

Hijos, vivan en la libertad que les regaló,
Su susurro débil resonando en cada rincón.
Oculta en la creación, en todo manifestada,
Gaia, la madre que en su arte nos ha amparado.

-Tengo la barriga llena, llena de decepciones. Tengo un pedazito de corazón vacío, donde debería estar la estima hacia mí misma, no hay nada, porque mi panza está llena. Llena de horrores.
Mis muslos se unen contra el piso, mi pelo se aplasta, mi abdomen se expande y contrae con cada respiración, pero mi mente está en otro lado, como pérdida, un zumbido en mi cabeza no me deja escuchar lo que pienso ni ver con claridad.
Todavía soy chiquita, pero me da miedo quedarme en este cuerpo para siempre y que mi panza llena nunca se sienta vacía. El vacío me hace sentir entumecida pero tan estúpidamente eufórica. Como enferma pero alerta porque ahí viene la muerte.
Mis dedos estrujan mi piel esperando una superficie rígida, pero en cambio una camada de lípidos se deforma momentáneamente bajo su toque. Daría la vida porque ahí hubiera vacío, por no sentir como mis muslos tiemblan mientras camino. Por existir en una versión de mi en la que el vacío no me importará.

-Los palipitos que llegan a la garganta, arrasan sin piedad con el estado de el alma,
Mi alma en calma.

Te vi en un pasado,
te recuperaré en un futuro
Futuro momentáneo
que no durará ni dos segundos.

Frescura,
invade mi hablar
tiembla mi hablar tiembla

Duelo, dolor
Anima en pena por el pavor
¿Infartar es la razón?

-En el suelo yace mi refugio frío,
Mis muslos son la sombra que persigo,
mi abdomen, un secreto escondido.

Entre los suspiros de un mundo hostil,
mi reflejo en el espejo se desliza sutil.
En el lienzo de la soledad, me dibujo,
con trazos que ocultan lo que construyo.

Mis rasgos, como hojas en otoño caen,
temor a no gustar, en mi mente se enredan.
Cintura como la maraña de un río,
me pierdo entre susurros de un desafío.

En la penumbra de mi propia piel,
se esconde el eco de un suspiro cruel.
Mi corazón late al ritmo de un secreto,

Las estrellas se ríen en mi universo,
ocultando la verdad tras su velo perverso.
En la danza de sombras que proyecta la luz,
se disuelven mis anhelos, como un susurro andante.

En el silencio del suelo, sola yacía,
buscando la armonía.

-En el gélido abrazo del suelo yace mi refugio,
, sombras sigilosas que persigo al ocaso.
En la trama secreta de mi abdomen, oculta revelación.

Entre suspiros, mi reflejo se desliza en el espejo sutil,
lienzo de soledad donde dibujo trazos que esconden
las huellas de lo que construyo en el silencio.

Mis rasgos, hojas de otoño caen en danza,
temor a no estar en sintonía,
Cintura, maraña de un río donde me pierdo
entre susurros que desafían la realidad.

En la penumbra de mi piel, eco de suspiros crueles se esconde,
mi corazón late al ritmo de un secreto velado.
Miedo a no brillar, danza en este rincón discreto,
donde sombras se entrelazan en una sinfonía clandestina.

Las estrellas, risueñas en mi universo,
ocultan verdades tras un velo perverso.
En la danza de sombras que la luz proyecta,
mis anhelos se disuelven, susurro andante en la penumbra.