Capitulo 7

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¡Estaba super cabreada! La adrenalina seguía corriendo por todo mi cuerpo, mientras caminaba rápidamente hacia mi casa. Me mire la mano con la que había golpeado la nariz de Ali. Me dolía, pero a la vez sentía satisfacción. Había decidido que no me iban a pisotear mas.

Llegue a casa, subiendo sin mirar si mama estaba en casa. Me quite la mochila con brusquedad y deje caer mi cuerpo sobre la cama mientras soltaba un suspiro enorme.

Oí voces abajo. Era mama hablando con alguien... ¡Oh, no! Le estarían contando todo... Intente hacer como que estaba estudiando, pero la ira de mi madre era como la de un dragón enfadado.

–¿Desde cuando pegas a la gente Cassie? – grito mi madre mientras la puerta rebotaba en la pared.

–Mam-a-a – evite mirarla a los ojos – Y-o – suspire – Le pegue, si... pero todo tiene su explicación

–Me da igual que se haya metido contigo Cassie – me puso la mano en la barbilla para que levantara la vista a sus ojos – ¡No esta bien! ¡Tú no eres así!

Me dio la típica charla de que yo era buena, yo no podía hacer eso, que iban a pensar de nosotras. Eso era lo único que le preocupaba siempre. Qué pensaría la gente de Cassie Spencer. ¡Que pensarían de la familia Spencer!

Escuche un ligero ruido proveniente de mi ventana. Me giré pensando que sería Amanda, pero no. Aiden lo había vuelto hacer, se estaba colando de nuevo por mi ventana.

Moví la cabeza con un ligero no rodeando los ojos – ¿Voy a tener que poner pestillo? – dije señalando la ventana – Como últimamente parece que no tengo puerta principal.

–Cassie, por favor – suplico metiendo lo que le quedaba de cuerpo en mi habitación – necesitamos hablar.

–Yo no tengo nada que hablar – me dirigí hacía el – Creo que me estas dejando las cosas claras, desde el minuto 0

Me sentí tentada a ignorarlo, a empujarle fuera de mi habitación, pero la parte de mi que le quería necesitaba que el estuviera ahí. Me di la vuelta y me senté con los brazos cruzados.

–Cassie – se sentó a mi lado adoptando la misma posición que yo – No seas así venga...

–Aiden ¡Por el amor de dios! – dije con firmeza – Te vuelvo a repetir que creo que las cosas están claras – empezaba a notar que los ojos me ardían – ¡Solo somos amigos!

Me miro con tristeza y su voz sonó temblorosa – Lo siento tanto... – dijo cogiéndome la mano – No supe manejar las cosas, reconozco que fui un cobarde.

Asentí lentamente, estaba siendo sincero. Aun así, no se estaba comportando bien conmigo. Accedí acompañarlo ese día aun sabiendo que fue porque vi su pelea con Ali, se porta conmigo como un verdadero imbécil y aquí estoy yo deseando que me bese.

–No – verbalice en voz alta. Mi pensamiento me la estaba jugando – Ósea sí – aparte la mano de repente – Quiero decir que fuiste un cobarde y que no te quito la razón a lo que está diciendo.

Antes de que Aiden fuera a responder, continúe con un tono más suave pero firme.

–Entiendo que estas intentado ser mi amigo de nuevo, por lo que vi – suspiré fuertemente – Pero ahora mismo... me siento perdida.

–Cassie, no... – me cogió de la cara he hizo que le mirase – No digas estupideces. Siempre he sido tu amigo, me has tenido a un césped de por medio – se rió.

Su sonrisa. Esa maldita sonrisa, que hacía que se me olvidara lo bueno, lo malo, todo.

–¿Recuerdas la casita del árbol? – dijo con un brillo en los ojos – Nuestros nombres tallados en ella, cuando planeábamos que algún día estaríamos juntos...

Sin darme cuenta estábamos a unos centímetros de nuestras bocas. Me aparté, mirándolo fijamente.

–Eso fue hace mucho tiempo, Aiden – susurré, luchando contra mis emociones. No podía permitir caer hoy.

Aiden bajo la mirada por un momento antes de volver a encontrarse con mi ojos.

–Sé que estas semanas he cometido errores – cogió un peluche de mi cama, empezó a juguetear con el – Pero no quiero perder lo que estábamos empezando a tener, incluso si es nuestra amistad.

Sus palabras me golpearon directamente en mi orgullo. Tenía que protegerme a mí misma, pero también sabía que dejarlo entrar sería demasiado fácil. De nuevo las palabras del pacto con Amanda, me hicieron caer en la cuenta, de que estaba siendo muy estúpida.

–Necesito tiempo – le dije finalmente – para pensar. Pensar en mí, en ti. En Ali, merodeando si es que me ve contigo...

Aiden asintió comprensivamente, de repente me beso. Nos quedamos en silencio por un momento, dejando que el ambiente que sin querer habíamos creado siguiera entre nosotros.

Tal vez, solo tal vez, había esperanza para mi pacto y Aiden iba a enamorarse de mí.

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Espero que os guste el capitulo de hoy, tenía ganas de escribir ya de estos locos enamorados pero que todavía no tienen claro nada. ¿Qué aventuras les deparara?


El pacto de Cassie.Where stories live. Discover now