-Tras lo ocurrido en la ciudad, el grupo de Tn comenzó a ayudar a los necesitados, regresando agotados al castillo de Wilbert sin saber que alguien los esperaba.-
Sayaka: Quiero un baño de tina.
Tn: Yo también.
-En eso, una persona aparece en la entrada.-
Sayaka: ¿Eh? Tú...
Jin: ¿Qué ocurre, Sayaka? No me digas que ya olvidaste a tu padre.
Sayaka: Papá...
-Sayaka corre hacia su padre, al cual no veía desde que era niña. Jin abre los brazos esperando un abrazo, pero en su lugar recibe una cachetada.-
Tn: Oh...
Yuuki: Sí, está muy molesta.
Tn: ¿Cómo lo sabes?
Yuuki: La forma en la que se expresa.
-A la distancia, Tn podía ver cómo Sayaka se alteraba diciéndole de todo a su padre por abandonarla tantos años.-
Sayaka: ¡Ahhh... ahhh! -Respira agotada después de tanto griterío.-
Jin: Si la cagué, ¿verdad?
Sayaka: Demasiado.
-Jin se gira hacia Yuuki y Tn.-
Jin: Yuuki, mírate, sí que has crecido. Uh...
-Tn no sabía qué decir cuando el padre de Sayaka hizo contacto visual con él.-
Tn: Mucho gusto.
Jin: Sí, lo mismo digo. -Ambos se dan la mano.-
En el comedor
Sayaka: Entonces, ¿vas a soltar la lengua sobre dónde estuviste todo este tiempo?
Jin: A ver, ¿por dónde empezar?
Sayaka: Tal vez ¿por qué nunca enviaste una carta? Hasta pensé que habías muerto.
Jin: Quería alejar a la facción de los héroes de ti.
Sayaka: Ya tuvimos un encuentro con ellos, por eso Yuuki y Kurumi están aquí.
Jin: ¿No se enfrentaron a Shiba, verdad?
Sayaka: No.
Jin: Qué bueno.
Sayaka: ¿Y bien?
Jin: Está bien, está bien. Estaba encontrando la forma de recuperar a tu madre.