Entonces demándame -HIATUS-

Capítulo 8: Manipularlo

Gracias a todos mis críticos, eres completamente fantástico, y timydamonkey obtiene accesorios una vez más para una línea, la de Harry para romper el bosque y también para la beta...Prefiero no hablar de lo que sería un cierto coulpe de líneas si no fuera por ella /sonroja y se esconde en la esquina/ y hay un poco aquí donde hay un cambio de turno realmente malo...Mi culpa, lo quería de esa manera...¡y está moldeando sin importar lo que alguien diga! (ambos son mi culpa, beta los arregló, los arruiné de nuevo)

De todos modos, disfrute del capítulo el resto de la escena de clasificación debería estar listo pronto, después de todo, está escrito principalmente...Sólo tengo que unirlos

Capítulo Ocho: Manipularlo

Cuando el tren llegó a la estación en Hogsmeade, los hechizos de las ranas de chocolate habían desaparecido y se estaban derritiendo lentamente en la alfombra del tren. Los prefectos y el jefe niño y niña habían enviado un búho a Hogwarts para que los maestros supieran lo que sucedió, así que Harry terminó escondiéndose en el baño donde el crimen inicial había tenido lugar para evitar ser linchado.

Hubo un ligero golpe en la puerta y la voz vacilante de Neville lo alcanzó. "Um... Harry, quizás quieras abrir la puerta."

La advertencia en la voz de Neville le hizo darse cuenta de que sería mejor para él seguir las instrucciones, en lugar de discutir, y Harry saltó del inodoro y abrió la puerta.

"Tía Minerva!" Harry exclamó, "Qué encantador verte!"

Se agarró la oreja de Harry y lo sacaron del baño y lo colocaron en el centro del pasillo del tren, donde se reunieron una gran cantidad de estudiantes.

"Hiciste esto?" La tía Minerva exigió mientras miraba los globs derretidos de chocolate en el tren.

"Um..." Harry se mordió el labio y miró alrededor del tren cuidadosamente antes de responder lentamente, "Tal vez..."

"Estás limpiando esto", le dijo severamente.

"Está bien", respondió Harry rápidamente, en caso de que decidieran darle un castigo real.

"No tienes ningún problema con eso?" La tía Minerva preguntó, un poco confundida, que la mayoría de los niños estarían horrorizados ante la perspectiva.

"No," Harry respondió, "los Dursley me hicieron limpiar todo, la limpieza no es nada."

De repente se dio cuenta de que ni siquiera podría tener un castigo si la mirada en la cara de la tía Minerva era algo por lo que pasar. Harry decidió que también podría ordeñar la situación.

"Y una vez cada dos meses", continuó Harry, "me hicieron limpiar la moldura con mi cepillo de dientes y jabón de lejía."

Tía Minerva parecía completamente horrorizada y jadeó lentamente, "Sabes qué, Harry, querido? No tienes que limpiar el tren."

"Estás seguro?" Harry preguntó, "Soy muy bueno para sacar las manchas de las alfombras."

"No, nos encargaremos de eso", respondió la tía Minerva con una sonrisa, "pero puedes decirme por qué lo hiciste?"

Harry parecía bastante confundido y explicó; "Pongo ranas de chocolate sueltas en el tren para aterrorizar a todos... Quiero decir, vamos, ¿quién no lo habría hecho?"

"Estás hablando de eso como si fuera una buena idea", exclamó la tía Minerva, escandalizada.

Lanzó su brazo en dirección al tren cubierto de chocolate y declaró, "Fue una idea sangrienta y brillante!"