-A la mañana siguiente-
Sentí unas manos frías las cuales comenzaron a mover mi cuerpo y al abrir los ojos esa era mi madre la cual me sonrió y me abrazo
-Hola bebe –dijo mama sonriendo-. ¿Qué haces durmiendo en el suelo?
-Hola mama, ayer llegue tarde y creo que me acosté en cualquier parte –mentí- .
-Me lo imagino bebe –sonrió-.
-¿Y ___? –pregunte mirando hacia su habitación la cual se encontraba sola-.
-Está allá abajo con su madre, la verdad es que ya está por irse –mama suspiro-. ¿No bajaras a despedirte?
-Si mama claro que sí, solo quiero que me des un segundo
-Vale, te espero abajo –mama sonrió y se fue mientras yo fui al baño y lave mis dientes al igual que mi cara-.
Sé que ___ no me perdonara así que solo bajare normal y me despediré de ella como un caballero –pensé mientras baje las escaleras y vi a la mama de ___ junto con ella-.
-Hola buenos días –dije refiriéndome a todos los presentes-.
-Hola Luke ¿cómo estás? –Pregunto la mama de ___-.
-Bien o eso creo –parpadee rápidamente-.
-Mama nos podemos ir –pregunto ___ ignorándome-.
-Si quieres adelántate, Luke puedes ayudar a ___ con su maleta –me pregunto la mama de ___ mientras me regalo una cálida sonrisa-.
-Si claro como no –susurre para después tomar la maleta entre mis manos y salir de la casa de mi madre-. ___ por favor perdóname –dije mirándola tiernamente-.
-Si tranquilo olvida lo que paso –forzó una falsa sonrisa-.
-Te amo hermosa –dije mientras bese su cuello-.
-Luke pero eso si... ya no seré más tu novia –lanzo su mirada hacia el suelo-.
-¿Qué dices? –pregunte con la voz entre contada-.
-Así es Luke y... mañana me voy de Londres –dijo mientras bajo su rostro-.
-___ por favor no me hagas esto, sé que soy un maldito que no merece tu amor, pero no me dejes solo... quiero estar contigo –una lagrima corrió por mis mejillas-. Nena te amo, no quiero estar sin ti –susurre-.
-___ Hija se te ara tarde –dijo la mama de ___ mientras se paró en la puerta de mi casa-.
-Si mama, adiós Luke -___ beso mi mejilla para luego quitarme la maleta y entrar a su casa-.
Después de esa gran noticia entre a mi casa y me asome en mi habitación tome mi almohada y comencé a sentir como una gran tristeza se adueñó de mi
¿Qué te pasa Luke? En vez de estar llorando ve y dile que no se valla, dile que tú la amas y que nunca la dejaras ir –me dije a mi mismo mientras miraba hacia mi ventana-.
