En una sociedad injusta, donde los omegas se quedan en casa y los alfas trabajan. Yeonjun se sorprende al ver que Soobin es el primer alfa en llevar a su hijo a la guardería en la que trabaja, asistir a las reuniones y cuidar del pequeño cachorro...
Para Yeonjun es apenas su segundo año cuidando niños en la privilegiada academia de W.k.E , sin embargo siente que tiene años de experiencia calmando a bebes llorando con su voz de Omega, por lo que al oír a un pequeño sollozar por tener que ser dejado por primera vez en el lugar no se alteró. Con cuidado ser acerco aquel niño y se agacho para estar a su altura.
-Hola ¿Cómo te llamas?- Saludo Yeonjun, llamando al tierno chiquillo de tres años y mejillas sonrojadas debido al llanto - No llores, juro que lo pasaras muy bien aquí- Como siempre su voz de omega tranquilizo al más bajo, sin embargo se sorprendió al ver que el niño lo abrazó.
-Papi- Murmuro el niño.
Al oír esto el cuerpo del peli rosa se tensionó, sus piernas temblaron, los ojos le comenzaron arder y solo cuándo decidió mirar hacia arriba para saber quien era el padre o la madre del niño que lo hizo sentir así y notar como este lo miraba consternado se dio cuenta que estaba llorando. No obstante su cuerpo y mente dejaron de funcionar, había estado tan concentrado en calmar al infante, que no se dio cuenta del olor completamente diferente al de todo el resto de adultos, no era dulce ni empalagoso, todo lo contrario, un fuerte olor a chocolate amargo sobresalía por encima de el resto, grande fue su sorpresa al ver por primera vez a un alfa llevar a su hijo a la institución. Omitiendo el hecho de que ese alfa, era extremadamente guapo, con piernas largas, una espalda ancha, manos grande y venas sobresaliendo de estas, el rostro siendo todo lo contrario a su sexi cuerpo, su mirada era tan tierna y suave que Yeonjun deseaba poder ver esos ojos negros durante toda la noche, sus mejillas tan rellenitas, seguro cualquier niño que haya cuidado sentiría envidia de estas , además de esos gruesos labios rosados y el llamativo color azul de su pelo.
-Oh lo lamento mucho- Yeonjun se levanto rápidamente cargando al niño que no quería soltarlo, para así poder alejarse lo más rápido posible del alfa. Sentía mucha vergüenza por habérselo comido con la mirada y por llorar frente a él.
Cuándo iba a empezar a caminar unas grandes manos tomaron sus muñecas impidiéndoselo- Profesor permítame hablar con usted un momento.
Él peli rosa hubiera cedido ante la brillante mirada del contrarío de no ser por el timbre que indicaba el inicio de clases- Lo lamento pero ahora mismo no puedo.-Se alejo sin más.
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Normalmente los niños adoraban a Yeonjun, por algo tenía ese trabajo, pero este chiquillo, de pelo castaño y grandes ojos no quería despegarse de él por nada en el mundo. No es como si le molestara, al contrarío le parecía tierno , pero si llegaba a complicarle un poco el hecho de buscar los papeles con la información de todos los niños, cuidarlos y divertirlos mientras lo cargaba de un lado a otro.
-Así que tu eres Beomgyu lindo- Dijo mirando al muchachito de tres años en su regazo- Te voy a presentar a todos tus compañeros.
-Ellos son Taesan, leehan, jaehyun, woonhak, sungho y riwoo- Los presentó a Beomgyu- Ellas son ruka, pharita, rami, asa, ahnyeon y chiquita.
Yeon intento bajar a Beomgyu para que socializara, sin embargo este empezó a llorar apenas sintió al omega unos cuantos centímetros lejos, el peli rosa no entendía su comportamiento, no hizo nada en particular para agradarle tanto ¿Entonces a que se debía el comportamiento dependiente de Beom?
Durante las siguientes horas fue lo mismo, el pequeño castaño no quiso participar en ninguno de los juegos, pues solo deseaba estar junto a Yeonjun, también parecía molesto cuando el peli rosa consentía alguno de los demás estudiantes o no lo veía por mucho tiempo, tal vez hubiera sido una buena idea hablar con el padre de él, pero claro, como siempre tenia que hacer las cosas mal y prefirió ignorar lo que el alfa le iba a decir, todo por su maldita vergüenza.
Por suerte el papá de Beomgyu también fue a recogerlo , así podían hablar y claro ya no huiría, aunque todavía sentía un poco de vergüenza su curiosidad por entender el comportamiento del niño era mayor.
-No entiendo por que se comportó así durante todo el día señor...-
-Choi. Choi Soobin.
-Señor Choi ¿Usted tiene alguna idea de por que actuó así?
-No, de hecho también me sorprendió mucho esta mañana cuándo lo llamó Papi. Desde la muerte de su papá omega nunca había vuelto a decir una sola palabra , por eso quería hablarle, me gustaría que me acompañe a una cita con el pediatra. Claro si no es mucha molestia.
-Supongo que puedo este fin de semana.
Una hermosa sonrisa apareció en el rostro del Alfa, para yeonjun, era la más linda que había visto en su vida, tan sincera y brillante, con esos lindos hoyuelos dándole un aspecto más deslumbrante.
-Muchas gracias, no sabe cuánto de lo agradezco, realmente pensé que se negaría- Dijo emocionado tomando las manos del omega. Su olor a Chocolate se había vuelto ligeramente más dulce, sus ojos brillaron cuál estrellas en el cielo nocturno y sus mejillas se colorearon de rosa por lo grande que era su felicidad.
Perfecto era una palabra y Choi Soobin su significado. De eso no cabía duda.
