Todos los One Shorts que se encuentren acá son omegaverse.
Todos son Louis Bottom.
No son específicamente Larry.
Lee bajo tu propia responsabilidad.
Se tocan temas muy sensibles.
"¿Te sientes bien?" preguntó Harry, arqueando una ceja mientras lo miraba. El vestido ajustado de Louis se pegaba a su piel empapada en sudor. "Me siento caliente", logró vocalizar, "No lo sé. ¿Cómo?""Oh, cariño", respondió con voz profunda. Ante eso, una sustancia viscosa comenzó a fluir desde el agujero de Louis y un gemido salió de su boca. "Lo estás sintiendo ahora, ¿eh? Te tomó un poco más de tiempo de lo que dijo el camarero, pero estoy muy feliz de que estés conmigo ahora. Nos divertiremos mucho esta noche"."¿Qué?" tartamudeó Luis. Nada de lo que decía el Alfa tenía sentido. Se sentía tan desorientado y mareado, como si se hubiera sentado en su silla con ruedas y hubiera elegido girar un montón de veces, sólo para levantarse y perder el equilibrio. Aturdido, miró hacia arriba, tratando de hacer contacto visual con Harry, pero ya no pudo encontrar al Alfa frente a él. Una mano agarró su bíceps y lo levantó. Luego, poniendo un brazo bajo los brazos de Louis, Harry comenzó a arrastrarlo desde la estación de asientos a otra parte de "Saddle Up" que no había notado antes, donde había una multitud de personas alrededor de un toro mecánico.
(...)
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"¡Luis!"
Al darse vuelta, el Omega se sorprendió al ver que Harry, el muy atractivo Alfa en su nuevo lugar de trabajo, lo estaba llamando. Louis acababa de trasladarse de su extremadamente conservadora ciudad natal a Los Ángeles, debido a un merecido ascenso. Había sido un choque cultural ver cuán liberales eran las personas, y particularmente los Omegas, en Los Ángeles. No usaban bloqueadores de olores y se olían abiertamente en público. Los omegas masculinos también tenían la tendencia a usar vestidos por encima de la rodilla. Intentó no mirar fijamente, pero lo habían sorprendido estudiando a personas en público. Había sido un poco vergonzoso y, como tal, se lo había mantenido reservado durante la última semana y media. Le costaba relacionarse con la mayoría de sus compañeros de trabajo, pero Harry siempre le había dado una sonrisa amable cada vez que se veían en los pasillos, y le decía buenos días cuando llegaba a la oficina. Cada vez, sin excepción, a Louis le daban mariposas y le hacía tropezar con sus palabras. Siempre fue un romántico empedernido, y aunque eran pequeños gestos que Harry estaba haciendo, le hicieron pensar que tal vez Harry podría ser el Alfa con el que podría terminar. Era cordial, atento y no lo olisqueaba de manera espeluznante como lo habían hecho algunos de los otros Alfas cuando llegó por primera vez.
Sonriendo tímidamente, Louis extendió la mano para ajustarse el cabello tímidamente. Tenía la boca un poco seca y se recriminó por no haber comprado las pastillas de menta que había visto en el supermercado el otro día. "Hola Harry, ¿qué puedo hacer por ti?"
Como si de repente se diera cuenta de que Louis estaba cargando sus maletas para regresar a casa, las cejas de Harry se fruncieron, "¡Oh! Lo siento, no fue mi intención atraparte cuando salías".
"Oh, no," Louis le hizo un gesto con la mano. Su madre siempre le había enseñado que el tiempo de un Alfa era valioso y que se suponía que los Omega no debían perder el tiempo. "Por favor, Harry, sea lo que sea, puedo manejarlo".
